El Blog del Guti

"HORA DE SENTAR LA CABEZA". .- Los enfados entre mujeres. Son sangrantes y muy duras. Nunca cubren sus deberes... Cuando hay más de una junta. A los hombres les asustan. No son damas inocentes. A las minorías les gusta... Las peleonas corrientes. Ocurrió aquel accidente. No escuché ni oí la puerta. Se hicieron la permanente... Sus pelos caían a espuertas. Ninguna estuvo dispuesta. A compartirme en la cama. Ya se enfadan y se enfrentan... Entre zurras y badanas. Acabó mal la mañana. Y finalizó la guerra. Sin sabanas ni almohadas... Que me sirvieron de cuerda. ¿De la juerga quien se acuerda?. Sin sentir sus regios gozos. Con cuidado no te muerdan... Y yo soy muy vanidoso. Soy un hombre muy goloso. Me encanta un sostén de encaje. Con querubines graciosos... Que no maldiga un viaje. Damas de lindos linajes. Hermosas flores de invierno. Con corazones tan tiernos... Las veo desnudas sin trajes. No hay mujer que me rebaje. Como amante y caballero. Conquistador y embustero... Como in

"UNA MUERTE Y UN MAL RATO". .- A las cinco de la tarde. En la plaza de Sevilla. Con este calor se guarden... Lo abrigaba su cuadrilla. Gritan mujeres y chiquillas. No era cosa natural. El Palco una maravilla... Un calor descomunal. Un griterío infernal. Y el correr de mucha gente. El gran miura Imparcial... Con este nombre indecente. Fue corneado de frente. Ya rebuscaban encuestas. Siempre hay gente insolente... Y no saben lo que cuesta. Las banderillas bien puestas. El picador a caballo. Con su aguijón lo despierta... Yo lo imagino y me callo. Las mujeres con desmayo. Como hombre tengo techo. Eso fue en el mes de mayo... Me quedo mal y maltrecho. Al dar un pase de pecho. Y una verónica al viento. Corneado en poco trecho... Calló un muñeco hambriento. Los gritos se van al viento. Para que la muerte coja. Los gritos quizá doscientos. Que los demonios recojan. Un baño de sangre roja. Inundó su chaquetilla. Su visión era ojerosa Lo transportó su cuadrilla. Todo esto es calderill

.- Correr el encierro de San Fermín no es cualquier cosa, aunque pueda parecerlo. Y correrlo con toros de Cebada Gago, menos aún. Y hoy se ha demostrado. Otra vez. El parte médico habla de al menos tres heridos por asta de toro: uno en una pierna en la zona de Telefónica y otros dos en la plaza, uno en la pierna izquierda y otro en la derecha. El encierro ha sido sólo para expertos desde los primeros metros. Se han olvidado los toros de los cabestros y han decidido coger la delantera, abrir el grupo a toda velocidad y buscar a los corredores que se atrevían a ponerse a su paso. Nada de acompañar como borreguitos, sino un galope terrible hasta Mercaderes, lanzando derrotes a todos lados, pillando desprevenidos a muchos de los mozos, que ni sabían por dónde venían las embestidas, como cuchillos voladores. Así se ha llegado hasta la curva de la Estafeta, donde dos toros castaños y uno negro han chocado violentamente contra el vallado. La Estafeta ha comenzado con un toro por delante y cua