El Blog del Guti

Cantando tu hermosura. Eres… Una hermosura de mujer… Lozanía y candidez… Que trata inútil de esconder… El aroma de tu ser. Equitativa, equidistante… Soñadora… Buena amante. Ardiente y juvenil… Complaciente y distante… En el momento feliz… Y en el sitio más brillante. Tu cuerpo… A lo largo y ancho…¡Perfecto!… De esculturales trazos… De eróticos relieves… Que por no querer no quieres… Que me abandone en tus brazos. La fragancia de tu esencia… Es aire de Primavera… Que frena escarcha y rocío… Con tu ardor… Y tu inocencia. Tu piel, de brillante languidez… Recelosa en sus caricias… En secretos de mujer… Trata inútil de esconder… La avaricia de tu ser… Y tus ideas escondidas. Tu larga melena, vistiendo de corto… Tu piel morena, tus moldeados hombros… Una maravilla… Del género humano. Tu fuente de vida, jardín excitante… De Diosa divina. Dulce monte de mujer… Refugio de inocentes… De momentos memorables… De momentos indecentes… En desafío constante. Tus

La Borrachera. Miro mi copa vacía… Con la mirada vidriosa… En el despertar del día… Comienzo de borrachera… Y de tramas borrascosas. Noto las miradas… De otros como yo… Están vacios de sueños… De hogar, de ilusiones… De alegrías y de amores. Vuelvo a mirar mi copa… Ya no le queda una gota. Mi orden, no es atendida… Y mis ruegos desechados. ¿No comprenden mi tormento?… ¿No entienden mi agonía?… ¿Ya no existen sentimientos? No logro visualizar… Ni la puerta de salida… Mientras camino… Todo me da vueltas… Mala cosa es la borrachera. Logro alcanzar la puerta… Tropiezo, caigo… Y viene la vomitera. Sucio y lleno de penas… De amarguras y pecados… Que engendra la borrachera. Vuelvo a caer, oigo risas… ¡Lárgate de una vez!… ¡Borracho!… ¡¿O llamo a la policía?! Salgo de la taberna… Con una maldita falta… De cuidados, de trabajo… De alegrías. Ya es casi madrugada… La calle y las farolas… Con aceras espaciosas… Y borrachos que vomitan. La noche, es aliada mía… La Señora… El fin de mis agonías. “Se

Quimera. Eres… Lucero de mis ojos. Camino del caminante… El yantar… De un hambriento… El agua de un sediento… Y el amor de cada instante. Paisaje placentero... Que acomoda mis desdichas... Y que apaga mis tormentos. Eres esencia de vida… De promesas iridiscentes… De un mortal inconsciente… Con tu manera de andar… De vivir… De moverte. Se me ensancha el corazón… Con ansiedad lujuriosa… Cálidamente y hermosa… Paseas por el salón. Soy un amante con suerte… Aunque pierdo la ilusión… ¡Te vas a casar con otro!… Y sé… Que voy a perder… Tu cariño y tu amor. ¿Podré algún día obtener?… ¿En suerte mía ese placer?... Quimera del subconsciente. ¿El milagro de tu risa?... ¿Sin mirar indiferente? ¿Del candor de tu mirada?… ¿Del tacto, de tu piel con la mía? ¿De tus besos, de tus risas?… ¿De tu amor, y de tu boca encendida? Amargura y sacrificio… En esa boda tan rara… Y tan llena de misterio. El miedo de tu mirada… Que resbala hasta los suelos… Perdiendo lo más sagrado… A tu amor… Y el cariño más sinc

ADOLESCENCIA… 1ª Ese ínfimo tiempo… Que no nos define ni como niña... Ni como mujer. Nos molesta, nos deprime, nos consume... Nos agobia... Nos anula. Ese tiempo… Que refuerza nuestro ser... Y nos convierte en mujer. ¿Imaginación de niña?... ¿Imaginación de joven?... Amores inciertos... Primeros amores. Mi primer vestido largo… Y mis primeros zapatos... Con tacón de cuero alto. Mis primeras medias negras... Primer amor esperando. Impaciente, consumido por la espera... Con cigarrillo en la mano. ¡Qué feliz me siento madre!... ¡Estoy radiante y contenta!... Mi primer amor se acerca. ¿Dónde vamos a pasear?... ¿O a contar las estrellas?... Qué más da le respondo... Si esto es un sueño… Y no estoy repuesta. Sueños mágicos y livianos… De quimeras y secretos. Donde pasamos por todo… Los estudios, las vivencias... Los amores descubiertos... Poderosos pero inciertos.

ADOLESCENCIA… 2ª ¡Ya me han cambiado mi cuarto!... Me han colocado un espejo… No hay muñecas de trapo. Esas muñecas lloronas… Tan llenas de lloro y llantos… Que me recuerdan de niña... Tanto y tantos sobresaltos. ¡Ya soy toda una mujer!… Cuando me miro de largo… Con el pelo más bien… Corto... Con mis tacones dorados. No me gusta ser adulta… Tiene sus más y sus menos… Conlleva el dolor propio... Y ¿Porque no? ... El ajeno. ¿Qué habrá sido de José?... ¿De Juan?... ¿De Gerardo? Mis tres amigos del alma... Tres amores olvidados. Cada día me contemplo… En ese espejo dorado… Ya me ha cambiado mi cuerpo... Ya no es estilizado. Mi cuarto se encuentra oscuro... ¡Mi cuarto me lo han cambiado!... ¡Lanzo lejos mi vestido!… ¡Tiro mis zapatos blancos!... Y busco, como una loca... A mis muñecos de trapo. “Querer tener experiencias, antes de hora… Es comprometer tu propio futuro”

Amor... De fuego. Un ardiente calorcillo... Va invadiendo mis venas... Al contemplar tus rodillas... Y entrever tus entrepiernas. Eres mujer de mundo... Esplendorosa, osada, despierta. Me miras, te doy pena. Tus dedos... Como junquillos de río... Gira tu falda... Abriendo la cremallera. Dejas caer el vestido... Te quitas la blusa negra. Quedas como te han parido... Y mi impaciencia despiertas. Con imágenes obscenas... Tú esplendorosa figura... Despiertan celos y dudas... Tocando tu piel de seda. Tus labios... Como fruto de verano... Me besan, y me envenenan. Con el placer de un tarado... Succiono con vehemencia... Tus rizos ensortijados... Y tu fuente de princesa. Con lujuria de hombre joven... De hombre experimentado... Acaricio tus turgencias... Suaves como el nácar... Y duras como mis penas. Mi hombría, en la fuente de la vida... Llenando sus recovecos, en bienal compañía. ¿He sido tuyo?... ¿Has sido mía?... Sí mis manos y mis besos... Te acarician todavía. Tu mirada me suplica, y

Amor deformado. ¿Que tendrá ese galán?... ¿Que en mi despierta?... ¿Tantos celos y sueños?... ¿En mi trastienda?... Que dolor y deseo... Cuando me besa... De feo lo maltratan... Mozas diversas. Está medio sordo... Y tiene ojeras... Y no le queda pelo... Entre las cejas. Tiene una joroba... Corto de piernas... Un cuerpo deformado... ¡Bien tieso queda! ¿Que tendrá, que tendrá?... ¿En diferencias?... Aunque de resalado... Nadie le niega. A unas pellizca... A otras besa, a mí me abraza... Y se pitorrea. Me tiene loca, ese mocito, Con sus piernas tan cortas... Lo traigo frito. Me besa en la “almejilla“... Y no en la boca... Con sus morros torcidos... Me trae loca. Corto de piernas, largo en aromas... Larga su lengua... Y me desploma. Dientes no tiene, le falta boca... Ciego de un ojo, sordera loca... Muy encorvado, muy poca cosa. Es muy salado, tiene dos cosas: “Un pene muy largo”... Y es mariposa. Conflicto retardado...Y vanidosa... Ovillo y su cuidado... Sociedad viciosa” “Algo tendrá lo

HISTORIA PARA ANALIZAR. ¿Quién le puso pico al gorrión? ¿Quién le puso alas al gavilán? ¿Quién le puso garras a león? Quien fuese que no lo sé... No estuvo muy acertado. El gorrión tiene potencia... El gavilán, vuela raso... Al león le sobran fuerzas... Y para mí... Es desquiciado. Al león su reverencia... Al gorrión, su pecado... ¿Qué tiene el gavilán?... ¿En estas dos diferencias?... ¿Qué me tiene bloqueado? ¡Es una barbaridad!... Siempre son las consecuencias... De Madre Naturaleza. Aunque pique el gorrión... Y nos diese un buen pellizco... El León da sus mordiscos... Y el gavilán con sus garras... Mata con breve dolor. Que no caiga en un pozo... Cuando se mate al pecado... Es materia de buen mozo... No salir muy trasquilado. Todo se les vuelve cuernos... Donde no digo... Y se sabe... Que el buen marido responda... O se verá en la calle. La potencia del gorrión... La vista del gavilán... Y la fuerza del león... En el trato de mujeres... Si no quieres que en la frente... Nazcan cuer

Escalera de vecinos. ¡Se oyen gritos!... Son las voces de tres niños... No ríen... Gritan de pena. Últimamente quisiera... Que vecinos de escalera... Se aunaran en movimiento... Y a ese mal padre corrieran. Ya no es dueño de su cuerpo... Su dueña... La borrachera. Va descargando su odio... En tres criaturas tiernas. Tiene mujer por pareja... Y por condición del hombre... Sin trabajo y borrachera... Se convirtió en ramera. La vida no es un milagro... Lo cuentan en la escalera... Tiene una parte de mala... Y un poquito que no es buena. ¿Cuántos niños hay que gritan?... ¿Cuántos infantes heridos?... ¿Cuántos Padres y doncellas? ¿Descuidan su casa?... ¿No visten su mesa? Pobre mujer, se lamentan... Humildes vecinos, cerca de la puerta. La Madre, es de conciencia... Aunque gane sus dineros... De cama en cama... De puerta en puerta. Yo, aún recuerdo a esa pareja... Él sin barba, la besaba... Y ella, parecía muy satisfecha... Subía como gata mansa, y vean como pelea. Vendido si

Amor... Tardío. Ya, ni tan siquiera recuerdo... Ni con quién, ni cuando... Ni como, ni donde, perdí mi vergüenza... Perdí la razón... Perdí la cabeza. Para ti, me encuentro intacta... Estoy entregando mi cuerpo... Ya te entrego hasta mi Alma... Con mis caricias y besos... En esta podrida cama. ¿Qué más quieres que te diga?... Ya te informan los demás... De que la vida que llevo... No te va a beneficiar. ¿Qué quieres que te cuente?... Si ya te cuentan primero... Por la forma que me entrego... Que soy fulana de tal. En el correr de mil besos... Ya encontré mi castigo... De no ser digna de ti... Con un cariño tan limpio. Un amor, de mil quilates... Me regalas a caudales... Como un niño hombre... Como un hombre grande. Te he conocido muy tarde... ¿Qué pena no haber nacido?... ¿Entre flores y amapolas?... ¿En un lugar muy distante?. Entre pinos y trigales... En naturaleza virgen... Con olor a hierba fresca... Y con besos de mi Madre. Yo también amo la tierra... De mi Padre y mis hermanos..

Noche de espera… Y de sueños. Un libro de poesías… En una noche maldita… Un infante que dormita… Y el soñar que me domina. Miro por la ventana… En un vivir sin esperanzas… El sueño viene con calma… Y va devorándome el alma. Siento, la humedad en mi frente… A través de mi ventana. Mis lágrimas… Se mezclan con las del viento… Con el aullar del mal tiempo… Acharolado destello… Del firme del pavimento. La calle media mojada… Me trae muchos recuerdos… Gloria de otra vida… Otros sentimientos. Siento angustias y deseos… Y tengo escalofríos… No sé, sí mi corazón, mi alma… O mi cuerpo… No tiene frío. Me coloco bien la bata… Y la anudo a mi cintura… Veo reflejada la calle… A la luz de las farolas. Oigo, el abrir de una puerta… Y el lloro de un infante… Y dejo de soñar despierta. Ya se ha acabado la juerga… Viene repleto de vino… Con amigos y mujeres… Con total indiferencia. El sabor de mis lágrimas… Queman mi cara. Mis ojos despiden chispas… En la pena que me embarga. Ya no son de mi marido… Exi