"EXUBERANTE VEGETACIÓN". "MUCHO "FOLLAGE, MUCHO".
"CONSEJOS" CALIENTES" PARA DORMIR
"POCO, Y FOLLAR MUCHO".
"¡¡ATENCIÓN, VARONES IGNORANTES,
E IRRESPETUOSOS CON LOS "MEDIOS!!".
"A mí, que me introduzcan la lengua en la oreja, me pone bastante nervioso. Sobre todo cuando la otra persona intenta meterme su lengua en mi cabeza, por la oreja literalmente, mientras su lengua, como una tuneladora, pretende finalizar las obras del AVE. Sin Magdalena Alvarez, cortando la cinta y sin niños con ramos de flores. Siguiendo con la cuestión, si me retuercen los pezones, como si estuvieran sintonizando una emisora en una radio "Macuto·, puedo empezar a perder el respeto. Y si me tocan las tetillas, puedo convertirme en una máquina de matar. ¡¡Lo juro!!".
"No sé qué me pasa con el "tetamen", pero la más mínima caricia en esa zona, hace que salte por los aires como Bruce Li en sus "pelis" de manporreo y tal. El por qué de tales fobias, no es el momento ni el lugar para planteárselo, pero viene al pelo del peluquín, para hablar un poquito de las zonas erógenas, esos puntos del cuerpo humano, que tienen la virtud de ponernos hechos unos zorros y a cien". "O al menos al 50%, dependiendo de las trazas, manipulaciones y las artes empleadas en su conjunto. Palabra espantosa y estrógena desde luego".
"Alrededor del tema de las zonas erógenas, hay mucha confusión e ideas preconcebidas. Sabemos que, gracias al gran número de terminaciones nerviosas que confluyen en ellas, suelen ser una estupenda manera de conseguir que el acto sexual, sea algo más que un triste y simple intercambio de fluidos. El placer sexual y el grado de comunicación con nuestra pareja, que comporta la estimulación de las zonas erógenas, es algo estupendo y grandioso, pero fuera de si, y fuera de toda lógica y lugar".
"Sin embargo, hay personas que acceden a estos puntos sismológicamente activos, de nuestra anatomía, de una manera un tanto torpe e inexperta. Desde los que creen que con sólo merodear por ellas, ya gozarán de los favores de la otra persona de manera automática como si se tratara de un robot, a los que esperan gritos, tacos, azotes, desmayos y juramentos provocados por el placer".
"Cuando se habla del sexo oral, ya comentaremos lo importante que es, escuchar y estar atentos a las señales del "gustirrinin" que nos manda quien recibe ciertas caricias íntimas, en la zona genital. Para saber si lo estamos haciendo bien, regular o, directamente, de manera patética lo constataremos, en los "aspamientos" físicos.
"Lo mismo cabe decir de otras zonas erógenas, como el cuello, los omóplatos, los pezones, el interior de los muslos, (Los genitales) los párpados o el lóbulo interno de las orejas. No es tanto saber dónde están en sí, como en un mapa de caminos de Monte, sino saber qué hacemos una vez llegados a esos puntos, tan extraños y a la vez "ansiados" por nuestra "psiquis".
"Usar la lengua como una vaca, o un "venao" lamiendose el culo, no suele ser muy gratificante para el que recibe tal dosis de humedad. Tocar unos pechos como quien comprueba la presión de un neumático, o fabrica masa para hacer pan, también es bastante desagradable para quien lo sufre".
"Clavar esas uñas en la espalda, como si se viviera el fin del Mundo, o como si se estuviera en un rodeo en Arizona, no suele ser plato de buen gusto para tu yegua, por muy desbocada que esté en ese momento. Y así podríamos seguir, citando ejemplos, hasta decir basta, porque todos hemos pasado por algún momento "erógenamente" confuso e incómodo. ¿Quien no se ha "comido" un buen coño, con alguna que otra mania?. Creo que más de uno de ustedes, lo han comprobado. Si a uno no le apetece, porqué vamos a comer, si no tenemos apetito".
"ESTAS DOS, SI QUE DISFRUTARON. SE PASARON POR LA PIEDRA A "TODAS LAS TROPAS ROMANAS", POR UNA APUESTA: "¿QUIEN GANABA FOLLANDO MÁS?".
"Aunque no se tenga la experiencia y el carrerón, de una Mesalina", la cual le ganó a la prostituta más potente de Roma".
"Lo bueno del sexo, es que uno no aprende ni practicando. Con esto no estoy diciendo que cuanta más actividad sexual tengamos, ésta sea de mayor calidad. Ojalá fuera tan sencillo, de hecho, los hay que pueden pasarse la vida entera funcionando con el "aquí te cojo, aquí te mato y el "coito" del misionero, e irse al otro barrio, sin haberse enterado de que va el "folleteo". Por no hablar de sus parejas, las pobres aquejadas de "cariñitos", de besitos y de palabras tiernas".
"Sin embargo, a poco que se tengan los oídos, y los demás sentidos un pelín abiertos, una persona normal y corriente, puede aspirar a convertirse en un atleta sexual, o un verdadero desastre solitario. "Las malas lenguas, corren como la polvora entre las mujeres".
"Vamos a interrumpir esta breve charla, y seguiremos otro día hablando, de como
"comerse un buen nabo", sin atragantarse demasiado".
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