“PARA UNA PRECIOSA AMIGA”
“MORTAJA, EN EL DÍA DE MI BODA”.
“Mañana es mi boda;
me miro al espejo.
Refleja mi cuerpo y mi cara;
no mis sentimientos.
Mis labios de grana reciben su beso;
las caricias de mi alma, acogen mi cuerpo.
Aumentan mis pecados;
desvarían mis sentidos,
será que tengo y no tengo,
lo que siempre he querido.
¿Porqué la vida es innoble?...
¿Los sentimientos no cuentan?.
No cuentan por dos razones:
unas se visten de largo...
Y otras se ponen calzones.
¿Cómo me voy a comportar;
con mi futuro marido?.
¿Cómo le voy a entregar,
lo que tiene por derecho?.
Sí mi corazón, mi cariño, mis caricias;
mi entrega de virgen...
Ya tienen dueño.
Mi cuerpo, es lo único que entrego.
Poca cosa es, la envoltura sin la mente;
sin el alma, sin la razón de vivir...
Con el corazón ausente.
Mañana es mi boda;
ese entierro prematuro, sin júbilo y sin acierto.
El encierro involuntario;
de la pasión por otro amor, por otro hombre,
que no va ser mi marido, mi esposo fiel,
el varón de mis sueños, el príncipe azul...
De mis desvaríos, de mis ensueños.
¿Que insatisfacción penetra en mi alma?.
También él, mi verdadero dueño;
se encuentra en mi casa.
Será como siempre; el enterrador de días de gloria,
de sueños, de amores, de caricias, de dolores,
de besos ensortijados, de lamentos y gritos...
En juegos desordenados.
¡¡Mañana es mi boda!!...
Mañana... Mi entierro.
“Quieres tenerlo todo, el buen amor y dinero.
El amor tiene pecado, y sangre tiene el becerro.
¡¡De oro sí, pero sin amor eterno!!”.
“MORTAJA, EN EL DÍA DE MI BODA”.
“Mañana es mi boda;
me miro al espejo.
Refleja mi cuerpo y mi cara;
no mis sentimientos.
Mis labios de grana reciben su beso;
las caricias de mi alma, acogen mi cuerpo.
Aumentan mis pecados;
desvarían mis sentidos,
será que tengo y no tengo,
lo que siempre he querido.
¿Porqué la vida es innoble?...
¿Los sentimientos no cuentan?.
No cuentan por dos razones:
unas se visten de largo...
Y otras se ponen calzones.
¿Cómo me voy a comportar;
con mi futuro marido?.
¿Cómo le voy a entregar,
lo que tiene por derecho?.
Sí mi corazón, mi cariño, mis caricias;
mi entrega de virgen...
Ya tienen dueño.
Mi cuerpo, es lo único que entrego.
Poca cosa es, la envoltura sin la mente;
sin el alma, sin la razón de vivir...
Con el corazón ausente.
Mañana es mi boda;
ese entierro prematuro, sin júbilo y sin acierto.
El encierro involuntario;
de la pasión por otro amor, por otro hombre,
que no va ser mi marido, mi esposo fiel,
el varón de mis sueños, el príncipe azul...
De mis desvaríos, de mis ensueños.
¿Que insatisfacción penetra en mi alma?.
También él, mi verdadero dueño;
se encuentra en mi casa.
Será como siempre; el enterrador de días de gloria,
de sueños, de amores, de caricias, de dolores,
de besos ensortijados, de lamentos y gritos...
En juegos desordenados.
¡¡Mañana es mi boda!!...
Mañana... Mi entierro.
“Quieres tenerlo todo, el buen amor y dinero.
El amor tiene pecado, y sangre tiene el becerro.
¡¡De oro sí, pero sin amor eterno!!”.
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