"EL MILAGRO DE LA "TRANSFORMACIÓN DE UNA DAMA".
"TRANSFORMACIÓN DE UNA DAMA".
“Si encuentras en descuido;
sin traje y semidesnuda,
a cierta Dama o mozuela,
tu ritmo te vibrará...
Como vieja cafetera.
Eso es muy indecente;
desaguiso negligente...
La sardina por montera.
Tan seca y estrujada;
solo verás rebanada...
Caldeando tus perneras.
Más esperad un momento;
que la Dama en cuestión,
salga sola del salón...
Ya vestida con su atuendo.
Aunque mil veces la halles;
¡¡vive Dios, ¿no es ésta aquella?.
Hoy Plenilunio...
Donde ayer menguastes.
Cabias en un cesto;
y hoy ocupas la Plaza,
¿ como es eso?.
No te canses en reflexiones;
no vés que hoy se empina...
En unos altos tacones.
Tan altos y tan iguales;
que sufren con su altura...
Hasta los propios maizales.
Piensas;
mientras te atormentas,
que crecer por lo pies...
También intenta.
Y sobre su cabeza;
un cuarto alto,
y dá su figura este gran salto,
dandome con la vista...
Un sobresalto.
Verás en tupé;
frondosos rizos,
la mitad natural,
resto postizo.
Con dos altos tacones;
tupé al desgaire,
ha ganado terreno,
hasta en el aire.
Lo que más me admira;
de esa fantasma,
verla tan grandota...
De espaldas anchas.
Casi tapa del todo;
tres cuartas Plaza.
Contemplé el envoltorio;
y quedé frio,
pensé en la mujer,
que vi en el rio.
¡¡Eres un monicaquillo!!;
¿no vés que es un milagro?...
De dos tacones, y un postizo”.
“Moraleja:
Si te casas con la alta;
ten cuidado con los cuernos,
sentirás una presión...
Màs arriba de los “guevos”.
TRANSFORMACIÓN DE UNA DAMA”.
sin traje y semidesnuda,
a cierta Dama o mozuela,
tu ritmo te vibrará...
Como vieja cafetera.
Eso es muy indecente;
desaguiso negligente...
La sardina por montera.
Tan seca y estrujada;
solo verás rebanada...
Caldeando tus perneras.
Más esperad un momento;
que la Dama en cuestión,
salga sola del salón...
Ya vestida con su atuendo.
Aunque mil veces la halles;
¡¡vive Dios, ¿no es ésta aquella?.
Hoy Plenilunio...
Donde ayer menguastes.
Cabias en un cesto;
y hoy ocupas la Plaza,
¿ como es eso?.
No te canses en reflexiones;
no vés que hoy se empina...
En unos altos tacones.
Tan altos y tan iguales;
que sufren con su altura...
Hasta los propios maizales.
Piensas;
mientras te atormentas,
que crecer por lo pies...
También intenta.
Y sobre su cabeza;
un cuarto alto,
y dá su figura este gran salto,
dandome con la vista...
Un sobresalto.
Verás en tupé;
frondosos rizos,
la mitad natural,
resto postizo.
Con dos altos tacones;
tupé al desgaire,
ha ganado terreno,
hasta en el aire.
Lo que más me admira;
de esa fantasma,
verla tan grandota...
De espaldas anchas.
Casi tapa del todo;
tres cuartas Plaza.
Contemplé el envoltorio;
y quedé frio,
pensé en la mujer,
que vi en el rio.
¡¡Eres un monicaquillo!!;
¿no vés que es un milagro?...
De dos tacones, y un postizo”.
“Moraleja:
Si te casas con la alta;
ten cuidado con los cuernos,
sentirás una presión...
Màs arriba de los “guevos”.
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