"UN BANCO DE MADERA, DONDE OIR PLACENTERA".
"BANCO DE MADERA Y HIERRO".
"UN BANCO DE PARQUE".
"Banco de quimeras;
un banco cualquiera,
donde oír placentera,
tus mentiras de galán...
Sabiendo que soy primera.
Ya sé que eso no es cierto;
que engañas mis sentimientos,
que extiendes tus redes...
En un caprichoso intento.
Más lo siento;
que no he de entregarte nada,
porque importa y presiento.
que en este breve momento
Aunque a decir verdad;
si quieres que sea sincera,
qué más da que seas tú...
¿O que sea otro cualquiera?.
Lo que importa es el momento;
ese peculiar intento,
de la virginal entrega...
En su dicha y su deseo.
El acercamiento;
el instinto más perverso,
del primer beso,
de mil abrazos...
De un te quiero.
En el que la sangre fluye;
y té llena de tormento,
las sienes te palpitan…
Como locas golondrinas.
El pulso se vuelve loco;
el corazón se desboca,
mientras siguen las caricias…
Y me desguazas la ropa.
Como galán ha triunfado;
podrás contar a tu gente,
que la paloma ha volado,
que tú la has ayudado...
A volar muy diferente.
Banco de parque;
banco de madera,
forjado de hierro...
De ansiedad incierta.
Repleta de besos;
caricias y penas,
de abrazos y gritos...
De crueles condenas.
Aquí traigo de testigo;
lo que entregué por mi ofrenda,
vengo con mi hijo...
Mi banco querido.
En un banco de parque;
en un banco de madera,
perdí la cabeza,
¡¡perdí los sentidos!!...
Perdí mi inocencia".
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