"LA VIDA SÓLO ES UN SUEÑO".
"¿ERAN REALES MIS SUEÑOS?".
Como todas las historias;
se canbian los apellidos,
hay unas que dan la gloria...
Y en otras estoy sorprendido.
Yo no se si tienen dudas;
con aventuras de amores,
aunque la vida es muy dura...
Hay amores de colores.
Ese hormigueo en tu cuerpo;
esa ansiedad y la locura,
con la impaciencia de un cuerdo...
Con la ilusión que perdura.
Yo que me escrito esta historia;
para pasar un buen rato,
con pena y con poca gloria...
También quise hacer un trato:
Más mis ojos se cerraron;
cansado y con la fatiga,
me sentía tan desterrado...
Lo que uno siente y no obliga.
Soñé con cosas bonitas;
un gran sol que me quemaba,
aunque mi cuerpo tirita...
Mi vista lo reclamaba.
Una dama muy hermosa;
reclamaba mi atención,
me hacia muecas graciosas...
Y eso a mi me emocionó.
¿De que conocia a la moza;
con aires de una princesa,
se me acercó muy gozosa...
Andando con gran grandeza.
Muy risueña y pizpireta;
alegre como una ninfa,
portaba una bicicleta...
¿Que belleza, vaya rifa.
Me quedé mudo y sombrio;
meditando tanta suerte,
aquel sueño no era mio...
Era una mujer decente.
La tarde que se oscurece;
las olas que serpentean,
las primeras aparecen...
Y las últimas blanquean.
Hay músicas plañideras;
en los gozos de mis sueños,
como una noche en Berbena...
Sin complejos y sin dueño.
Hermosa como una torre;
la torre con corazón,
se ha reclinado y me corre...
La moza una bella flor.
Y aquel sueño proseguia;
embriagado por su aroma,
consiguió lo que queria...
Siendo un sueño, o una broma.
Reclinandose a mi vera;
acarició mi cabeza,
siendo dulce primavera...
Refinada y con destreza.
Sus turgencias tan hermosas;
su cuerpo divino y prieto,
sonriente y veleidosa...
Me puso en un gran aprieto.
No queriendo despertar;
era un lugar despejado,
no lo sabria explicar...
Más me sentía cabreado.
La abracé con mucho fuego;
la besé fuerte en la boca,
ella me seguia en mis juegos...
Y se volvió como loca.
Me dí un pellizco en mi cara;
era tan real mi sueño,
y ví las cosas tan raras...
Que hasta pensé ser su dueño.
La sensación fue tan plena;
tan real y tan potente,
los dos desnudos en la arena...
Siendo una escena indecente.
La noche vistió sus galas;
las estrellas relucian,
con sus besos que regalan...
Y la Luna desconfía.
La fragancia de la noche;
innundaba mis sentidos,
muy cerca pasaban coches...
Conductores pervertidos.
"Guti".
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