"HISTORIAS MUY CONOCIDAS".
"HISTORIAS PARA DORMIR".
Dormida miro sus ojos;
los veo que resplandecen,
le veo un leve sonrojo...
Me mira y me lo agradece.
Aquellos labios tan rojos;
aquellas miradas tiernas,
con dulce luz sin enojos...
Fragancias de fresca hierba.
El murmullo de su aliento;
los suspiros de su boca,
aquel tierno ofrecimiento...
Pensé; ¿y si se equivoca?.
Sobre su pecho; caricias,
con el néctar de la noche,
con sus besos y mi avaricia...
Confeccioné un bello broche.
Lenguas de pasión y fuego;
con sus tiernas llamaradas,
con sus besos y sus juegos...
Y el sentir al ser amada
Oír las dulces llamadas;
con la agridulce pasión,
muy feliz y enamorada...
Con fuego en el corazón
Me levanto de la cama;
mirándola embobado,
entra la aroma salada...
Soy un fiel enamorado.
Con el sol en mi ventana;
salgo a la puerta del porche,
es radiante la mañana...
Bien aparcado mi coche.
La playa esta muy cercana;
la arena llega a mi puerta,
miro arriba; a mi ventana...
Y mi amada esta despierta.
Las olas sobre sus crestas;
empujadas por el viento,
con la brisa contrarrestan...
Sus sórdidos movimientos.
Las olas con su agonía;
acaban sobre la orilla,
en el aire hay alegría...
En un corro de chiquillas.
"Guti". "El romancero".
"UNA HISTORIA SIN ACABAR".
Están lo cuentos de hadas;
hay relatos amorosos,
de mujeres muy amadas...
Con unos cuerpos hermosos
Mas no se si comenzar;
esta historia no es brillante,
lo mismo he de reemplazar...
Variación en cada instante.
Con pesadillas terribles;
sin tocar lo más hermoso,
si esto es lo más horrible...
Son móviles cuantiosos.
¿Si los guindos tienen guindas?;
hay mujeres muy odiosas,
prefiero mozas más lindas...
Siendo estas más graciosas.
Hay mujeres que son viejas;
pero aún apetitosas,
como el vino, son añejas...
Y no son tan pretenciosas.
Esta historia tiene trazos;
de contar bellos lugares,
con mujeres y sus abrazos...
Con buen vino en los lagares.
Besos caricias y deseos;
con sus polvos mañaneros,
es lo mismo que poseo...
Con los gritos callejeros.
Espero cansado el día;
descanso medio desnudo,
¿si me vieran que dirían?...
Que rebuzno y estornudo
En primavera el buen viento;
con los floridos trigales,
las amapolas y su aliento...
Son libres los animales.
El trinar de pajarillos;
con su piar tan gitano,
el chirriar de los grillos...
Los borrachos vomitando.
Mi dama que es un tesoro;
y yo respiro su amor,
con ella soy como un moro...
Y no le doy la razón.
Yo que soy condescendiente;
con su hacer escandaloso,
si no encuentran contendientes...
Que sean dignos y amorosos.
"SEGUNDO ACTO:
Hay que dominar su fuego;
sus caricias en su altura.
sino jugar simples juegos...
Y tener buena aventura.
Sus ojos y sus largas piernas;
sus modales decisivos,
aunque algunas son muy tiernas...
Tiene vicios abusivos.
Hay mujeres que son fieras;
si prevalecen los hechos,
la mía, miel en hojuelas...
Con preciosos y lindos pechos
Ni caso que otros dijeran;
que la pasión es veneno,
que son mujeres locuelas...
A la mía la venero.
Igual que estatuas de cera;
caminan fiel a su orgullo,
con sus ojos de pantera...
Son lindas como capullos.
Van por calles y sus aceras;
se apuestan por las esquinas,
como gusanos de seda...
Son hurañas y son esquivas.
Con sus preciosas pupilas;
con sus pechos generosos,
pechugonas y gachupinas...
Con sus cuerpos tan hermosos.
En los caminos sus pinos;
con sus higueras y encinas,
con sus cardos con espinos...
Con su flora blanquecina.
Tirado en la verde hierba;
con la vista miro al cielo,
mi sangre que no me hierva...
Y deje de tener celos.
Miro aquí su buen plantel;
toda altiva y con rigor,
es como un rico pastel...
Sólo existe mi pasión.
Soy como un viejo pendón;
reconozco su belleza,
la esclavitud de su amor...
Enfrentada a sus tristezas.
"TERCER ACTO:
Mi cerebro que enloquece;
ardiendo va el corazón,
mis celos que reverdecen...
Sin mucho tino y razón.
Me habrá dado de beber;
el veneno del amor,
filtro de pasión de infiel,
Y que daña la razón.
No creo que sea un deber;
no hay nada que sea concreto,
siendo virtud de mujer...
Yo lo acato y lo respeto.
Misterio en el amuleto;
su acercamiento mortal,
el cual me atrae en secreto...
Desvergüenza e inmoral.
Su visión me fascinaba;
sus hechuras seductoras,
mis vicios se aventuraban...
Del frenesí de las olas.
Mimadas y enamoradas;
juntas las olas se tocan,
acariciadas y amadas...
La avaricia las trastocan.
Se rompen contra las rocas;
con su fuerza y con su espuma,
algo que les volvía locas...
En sus crestas mas de una.
Con su piel verde aceituna;
la acogía con abrazos,
con los rayos de la luna...
Con besos; un buen repaso.
Solía caer en mis brazos;
besaba su cuerpo hermoso,
pensamientos con atrasos...
Con sus besos tan gozosos.
En las noches las colinas;
perfilandose a lo lejos,
muy cerca aguas cristalinas...
Con melodías en un espejo.
¿No se si lo han entendido?;
he tejido un bello encuentro,
aunque nunca he pretendido...
Que se aclaren con el cuento.
"Guti". "El romancero".
"DORMIDA SOBRE MI LECHO".
La miro cuando despierto;
y tiemblo cuando le miro,
y veo sus pechos prietos...
Entre sabanas de hilo.
Con sus pezones inhiestos;
sus aureolas marrones,
se mecen con movimientos...
Entre suspiros ladrones.
Crece en mi; mis sentimientos,
admirando su cintura,
por la ventana entra el viento...
Es hermosa su figura.
No siento arrepentimiento;
de haber robado una virgen,
en verdad que no lo siento...
Veo su cara y no se aflige.
Mas tengo un presentimiento;
al verle sus labios granas,
suspira entre movimientos...
Entre sueños; ella me ama.
¿Fue quizás mi aturdimiento?;
pedir que se me entregara,
palabras de un limpio viento...
Para poseerla y amarla.
Aun siento sus llamaradas;
y sus gritos de agonía,
dispuesta a ser amada...
Traspuesta con su alegría.
Aromas de su almohada;
se esparcen sobre mi lecho,
el sol sobre la ventana...
Sus rayos suben al techo.
Siendo una dulce mañana;
con su rastro luminoso,
dormida sobre mi cama...
Aquel ángel tan hermoso.
Aquel cuerpo tan glorioso;
que anoche la hice mía,
como un varón orgulloso...
Ya le amaba y la quería.
"Guti". "El romancero".
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