"UN CABALLERO CON SUS AMORES".
"TENIA UNA COLECCIÓN".
Las historias se repiten;
a veces cambian un poco,
hay varones que compiten...
Y otros terminan locos.
Les contare poco a poco;
historias tan singulares,
que aquello que siempre toco...
A veces son mis verdades.
Siendo historias tan reales;
que acontecen en la vida,
entre sangre y puñales...
Surgen damas muy sufridas.
Muy pocas son las queridas;
pasando cosas inciertas,
se abren viejas heridas...
Con expresiones desiertas.
La conocí en una fiesta;
se encontraba triste y sola,
otras muchas que se sientan...
Otras que hacen la ola.
Como una triste amapola.;
solitaria empedernida,
silenciosa y muy tristona...
Medio sorda y tan pérdida.
Caballeros de ordenanza;
varones de mucho encuentro,
sus bocas con alabanzas...
Con sus risas y sus cuentos.
Los sueños que no se alcanzan;
virtualmente reales,
desbaratan la balanza...
Con goses y obsenidades.
Se oían barbaridades;
se cuentan todos los hechos,
embustes ocasionales...
Que riman con los derechos.
La moza miraba al techo;
con la mirada perdida,
un cuerpo y lindos pechos...
Con una cara rendida
"SEGUNDO ACTO:
Con el cubata en la mano;
sentada en un gran sillón,
el alcohol sabe que es malo...
La pregunta del millón.
Con unas preciosas piernas;
con la sonrisa pérdida,
con una mirada tierna...
En el sillón tan hundida.
Con su lujo y elegancia;
con vestido vaporoso,
dejo aquí también constancia...
De esos pechos tan hermosos.
¿Que espera esta bella dama?;
que su ansiedad se le nota,
el amante la reclama...
Ya le ha descrito borrosa.
Con paciencia y buenos humos;
la rutina es quien rodea,
su corazón tiene uno...
El que le riñe y jalea.
Se acabó los buenos tiempos;
se acabaron los piropos,
ahora son fríos y sin tiento...
Muy cortitos y muy pocos.
La relación es muy fría;
son los años en matrimonio,
él siempre lo discutía...
¡Y ella estaba hasta el moño!.
Las críticas de a diario;
terminaban por sus fueros,
era algo extraordinario...
Peinando su bello pelo.
.- ¿Que pasa, no soy hermosa?,
aunque haya envejecido,
me dicen que soy preciosa...
Y tu estás arrepentido.
Yo se de tus aventuras;
de tus requiebros y nombres,
esta vida mía es muy dura...
Y tu cambias como hombre.
"TERCER ACTO:
Yo siempre lo he puesto en duda;
me engañaron tus halagos,
soy manzana muy madura...
Y me tienes de regalo.
Mis obsesiones son puras;
mi cuerpo busca el cariño,
que tu a mi ya no me apuras...
Ni me abres mi corpiño.
Yo buscaré por mi cuenta;
a un hermoso y fiero amante,
mucho más joven; de treinta...
Dulce, joven y estudiante.
¿Que ha pasado entre nosotros?;
no me dices nada bello,
no te fijas ni en mi rostro...
No acaricias mi cabello.
Cuando te alejas de mi;
me encuentro fuerte por dentro,
ya no me haces sufrir...
Mi corazón está contento.
Aun siento remordimientos;
con tres novios que tenia,
lo tuyo era aburrimiento...
Clamabas que me querías.
Sin buscarlo y sin quererlo;
un don Juan llamó a mi puerta,
hay que ver para creerlo...
¿Si no lo veo quedo muerta?.
Era un bello pretendiente;
que me enviaba poemas,
no decía cosas corrientes...
Leyendo se iban las penas.
Piropos con muy buen gusto;
zalameros y apropiados,
se me iban los disgustos...
Eran buenos y resabiados.
.- Así había comenzado;
la venganza fue tremenda,
el marido desaviado...
Fue muy triste aquella enmienda.
"CUARTO ACTO:
Pongo por ejemplo el resto;
que a continuación les narro,
decía que yo represento...
Todos sus amores guarros.
Como mujer; un portento,
tenia un cuerpo de infarto,
era todo un monumento...
Y en eso nunca les falto.
Más con buena sintonía;
se mudaban mis disgustos,
¿era lo que yo temía?...
Los leía muy a gusto.
Me enamore y la quería;
aunque vi tales enojos.
aun sin verla todavía...
Con aquel vestido rojo
.- No tapéis tus bellos ojos;
con esas gafas tan negras,
ver sus piernas y me sonrojo...
Son hermosas; no se niega.
¿Como será ese cuerpo?;
si sus piernas son preciosas,
de loco me he vuelto cuerdo...
Tan tierna, y tan hermosa.
.- Tienen que haber ofendidos;
la cosa no tiene gracia,
salen bastante hundidos...
Siendo eso otra desgracia.
¿Romántico que es el mozo?;
con sus puyas y sus celos,
Victoria con cuerpo hermoso...
¡Y mi marido tan ciego!.
.- Que Victoria es muy preciosa;
ninguno lo pone en duda,
es bonita y generosa...
Siendo dulce, es muy dura.
Un poquito caprichosa;
en posiciones me gana,
me manda muy orgullosa...
Como un burro con tartana.
"QUINTO ACTO:
Tres veces a la semana;
empolvábamos mi cama,
con escenas en la ventana...
Y a mi me crecían las canas.
Cuando acabé el buen festín;
y conste que me aprovecho,
ella acabó de sufrir...
Me pareció un poco estrecho.
Aquel cuerpo tan bien hecho;
tanto cual lo representa,
con sus carnes y lindo pechos..
Se durmió e hizo la siesta.
Me encontré fuerte y rehecho;
mi cuerpo quería alegría,
sentía el hambre en mi pecho...
Con mas ganas que agonía.
Yo a mi dama la quería;
siento mi hombría tan cierta,
que mis vicios me podían...
Conmigo se manifiestan
Me encaminé hacia la fiesta;
en ella habían tres mozas,
maduras con carnes prietas...
Son más lindas que se gozan.
Ojos negros que despiertan;
mientras las otras dormitan,
miran y las tres aciertan...
Con borrachos que vomitan.
Que tres lindas palomitas;
tres damas de mucho vuelo,
aquí no doy ni se quita...
O al final habrán tres duelos.
Mis ansias alzan su vuelo;
mis fuerzas eran potentes,
mi sangre no era de hielo...
Era un fuego intermitente.
Las mujeres son un cielo;
dan enfados y placeres,
construyen nidos de celos...
Mientras hacen sus quehaceres.
"SEXTO ACTO:
Casta de hermosas mujeres;
son tan lindas y tan preciosas,
perfectas en sus quereres...
Bellas, bonitas y hermosas.
Son como las mariposas;
entre el néctar de la flores,
revolotean orgullosas...
Con sus múltiples colores
Buscando siempre pasiones;
arden en su mismo fuego,
causante de sus dolores...
Son fastuosos sus juegos.
La fiesta casi se acaba;
más logré con mi paciencia,
me atreví si las cazaba...
Y lo logré en conciencia.
En un trío yace el pecado;
en un cuarteto, la honra,
me comporté aletargado...
Que quedé en plena deshonra.
Las había conquistado;
eramos cuatro en el lecho,
hambrientas me habían amado...
Brillando por tales hechos.
¡Que me quiten lo bailado!;
vaya día molinero,
lo visto y lo contemplado...
¡Miro y me quito el sombrero!.
Soy amante y caballero;
de eso no les quepan dudas,
dueño de los astilleros...
Hay mujeres muy oscuras.
Habrá doncellas muy duras;
¡si gritan no; dicen si!,
si las critico me apuran...
Y yo me siento feliz.
La aventura es un desliz;
hay reencuentro de emociones,
son felices hasta el fin...
Y alegran los corazones.
"Guti". "El romancero".
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