"ME ENCANTABA LA CARNE Y EL PESCADO".
"CAMBIÓ DE PLACER MIS GUSTOS".
.- Mi marido molestaba.
Conmigo había acabado.
Con mis manías lejanas...
Ya tenia un buen aprobado.
Era un loco desgarrado.
Con pensamientos tan bobos.
Pensé sólo esclavizarlo...
Entre humanos y los lobos.
Su compromiso en los robos.
Soy mujer muy codiciosa.
Entre los barros y el lodo...
Me encantaban otras cosas.
La lejanía lujuriosa.
Con esos montes serranos.
Sus florecíllas hermosas...
Y sus bosques tan quemados.
Miles de pinos arrasados.
Bosques quemados en la uci.
El mal tiempo se ha vengado...
¡Nada queda!; nada útil.
El hombre que es un inútil.
Vengativo y ordinario.
Quema todo lo que es útil...
Y también lo extraordinario.
Los enfermos con horarios.
Prende fuego uno de ellos.
Cobran buenos honorarios...
Los que viven por Capello.
Dejemos lo que es tan bello.
Dejemos que el alma vuele.
Con sus lejanos destellos...
¡Olvidad lo que más duele!.
La que respira no muere.
La que es feliz siempre avanza.
Que duerman que ella los velen...
Pero el cielo nunca alcanzan
Reconocí en mis ardanzas.
A una hermosa toledana.
Siendo muy fiel en mudanzas...
Era guapa la fulana.
Era una bella sultana.
Sus ojos eran puro fuego.
El sol lucia en la mañana...
Formaba parte del juego.
Recia falda con su vuelo.
Su calzado de espartano.
En el firme de su suelo...
Barro y agua del pantano.
Sus zapatos no eran planos.
Con su mantilla abrigada.
Su melena; pelos canos...
La belleza siempre agrada.
Más su encanto prodigaba.
Ver sus pechos tan potentes.
Con su vista regalaba...
Agua fresca de aguardiente.
Como hembra estoy pendiente.
Que a un mal varón no lo nombren.
En mi historial hay clientes...
¡Que no quiero que los compren!.
Condición de un mal hombre.
Al caer en la desgracia.
Aquellos que más corrompen...
Agua de miel con su gracia..
Habrán muchos con su audacia.
Con estirpe rancia inglesa.
Se mueven en la abundancia...
Nunca van por las iglesias.
Mujeres que son princesas.
Con altanería confusa.
De su mirar con tristeza...
Tan recia; dulce y obtusa.
Esto no sirva de excusa.
Según algunas dijeron.
Blancas negras y difusas...
Como tales las vendieron.
Desnuda me la parieron.
Desnudíta se quedó.
Como una estatua de hielo...
Y su sangre me quemó.
Estimo a un buen lector.
Que duerma en su propia cama.
Que le encante un buen amor...
En los fines de semana.
Se enamoró la gran dama.
Supliendo su tierno encanto.
Belleza de vez en cuando...
El amor que me reclama.
La espero sobre mi cama.
Los hombres no me interesan.
Pinto en mis modales canas...
¡Que sea amorosa mi presa!.
"Guti"."El Romancero".
Comentarios