"¿VERDAD, MENTIRA, VAYA USTED A SABER?".
“MI DIARIO DE CADA DÍA”.
“¡BUENOS DÍAS CATALUÑA!...¡BUENOS DÍAS ESPAÑA!”.
“SE PRESENTAN EN MI CASA, DOS PERSONAS PREGUNTANDO POR MI”.
“-¿El Señor Gutiérrez?...
- Si...
-¿Podemos pasar?...
-¿Quienes son ustedes?. Les pregunto, viendoles bastante nerviosos, y con claros
signos de miedo en sus ojos.
- Queremos hablar con usted, sobre un “caso” muy extraño, que nos ha sucedido a
mi marido y a mi.- Me respondió con voz angustiada, y a la vez melosa.
Fue entonces cuando la vi claramente. Tenia unos ojos verde-turqueza, preciosos.
Alta, de 1,80, pelo ensortijado y voluminoso, de color entre rubio y color caramelo.
Sus turgencias mamarias parecian estallar dentro de aquella pequeña y estrecha
blusita, de color verde (como sus ojos).
“¿Podemos pasar a explicarselo, o nos va a dejar en la puerta?.-Me conminó con
sus palabras, prestandose a enfrentarse, a mis lujuriosas miradas, directas a sus
voluminosos pectorales.
- Esta bien pasen. Pero les advierto, que no compro nada, ni tengo nada para vender,
ni tengo dinero, ni nada de valor.
- No se preocupe Señor Gutiérrez, sólo venimos a contarle una historia, que nos
ha sucedido a mi Padre y a mi, en el trayecto de Zaragoza a Tarragona. Me explico:
- Sientensen, y expliquenme lo que les ha sucedido en ese trayecto, por favor.
Yo lo que queria ver, eran las fantásticas y esbeltas piernas, de aquella mujer,
que más bien parecia una verdadera muñeca. Entonces me fijé en su pareja;
un hombre de unos 70 años, aproximadamente. Elegante y bastante refinado,
por su atuendo, y por unos pequeñisimos detalles. Reloj de oro, gemelos de lo
mismo, un traje bien cortado, zapatos de mucha calidad, en fin, todo un dandy
neoyorkino.
Su mirada, reflejaba un miedo extraño, como si hubiese pasado algo “muy gordo”.
Me sacó de mi abstracción, ahora si, la tranquila y melosa voz de aquella mujer
tan bella y extraña a la vez.
- Señor Gutiérrez: ¿Usted cree en los OVNIs ?...
La pregunta me dejó bastante perplejo y anonadado. Nunca hubiera apostado,
que aquellas dos personas, vinieran a mi casa a preguntarme tamaña “gilipoyes”,
sobre si creia en los OVNIs.
-¿Es una broma?.- Les pregunté con cara de gilipoya, constatando de la seriedad
de las suyas.
- No es ninguna broma Señor Gutiérrez, nada de eso. Por su Blog, y por sus creencias
en otras formas de vida, inteligentes o no, hemos venido mi Padre y yo,
a pedirle ayuda.
“No hablaba en broma, lo vi en sus preciosos ojos, y en su serio semblante. ¡Joder!;
y todo eso y más, me estaba sucediendo a mi, cojones ya. ¿Hay que ver como estaba
la “gachi?”. Entre su largo, esplendoroso y bellisimo escote, y la visión de sus largas
y preciosas piernas, me “aturrullaba” su sola presencia. ¡¡Joder!!...
¿SI ES QUE PODIA VERLE HASTA LAS CAMPANILLAS?.
-¿Me sigue Señor Gutiérrez?...
.¡¡Coño ya lo creo que la seguia, hasta el fin del Mundo!!.
- Como le iba diciendo, mi Padre y yo, hemos tenido un encuentro, bastante original.
¿Y le ruego encarecidamente, que no se ria, de lo que le voy a contar?.
- A la altura de los “Monegros”, nos surgió de repente, un monstruoso aparato
volador, de aproximadamente como tres campos de futbol. Nos tapaba por completo.
Paré el coche, o se me paró, realmente no lo recuerdo. A partir de ahí, todo sucedió
como en una pesadilla....
“MAÑANA SI ME LO PIDEN USTEDES, LES EXPLICO HASTA EL FINAL”.
Comentarios