"EN UN PATIO JUNTO AL PUERTO".
"LAS CRÍTICAS EN LOS PATIOS JEREZANOS".
No es critica ni desprecio;
hacia mujeres ardientes,
cada una tiene un precio..
Las hay guapas y valientes.
En los patios jerezanos;
se hacen criticas de noche,
siendo patios tan gitanos...
Lucen sus bonitos broches.
Las ancianas y las casadas;
cuentan los líos y amores,
con sus lenguas afiladas...
Causan daños y dolores.
Mi infancia y mis recuerdos;
en un gran patio en Jerez,
gentuza que están de acuerdo...
Reunión con más de tres.
En un corrillo de cuervos;
con envidias de casadas,
ancianas con malos cuerpos...
Que no han sido nunca amadas.
En el patio entre murmullos;
cotejaban sus historias,
veletas con mal orgullo...
Las disfrazaban con gloria.
El aroma de las rosas;
y la fragancia de nardos,
negras, rojas y olorosas...
De colorines bastardos.
Las macetas de geranios;
clavellinas y pensamientos,
regadas casi a diario...
Su belleza era un portento.
Habían diferentes rosas;
colgaban en la escalera,
bajo columnas hermosas...
Colores de mi bandera.
Un limonero en su centro;
una parra muy frondosa,
una estatua con su cetro...
De una escritora famosa.
Más dejemos esa historia;
de reuniones de vecinas,
que antaño ya daba gloria...
Con críticas a Josefina.
"SEGUNDO ACTO:
La moza busca el placer;
es ardiente como el fuego,
lo sabe porque es mujer..,
En la cama hace sus juegos.
Una criatura hermosa;
algo ligera de cascos,
siendo linda y muy graciosa...
En su entorno, los atascos.
Las vecinas sonreían;
cuando la veían venir,
la más vieja; la María...
Le leyó su porvenir.
.- ¡Hija mía de mi alma!;
eres guapa y con salero,
¿aguardaste bien tu cama?...
Que vendrá un buen caballero.
¿O vendrá tu marinero?;
muy guapo y buen amante,
sin futuro y sin dinero...
Poco honrado e ignorante.
No aprovechas tus salidas;
cada noche con un hombre,
en el mar no hay sardinas...
Ninguno dará su nombre.
Ese chulo marinero;
que sólo busca un provecho,
con mal traje y sin sombrero...
Busca tu cuerpo y tus pechos.
Josefina no la oía;
una bronca cada noche,
en la reunión dirían...
Que siempre viene en buen coche.
Subiendo las escaleras;
agarrada de un buen mozo,
jerezanas buyangueras...
.- Es muy guapo y muy hermoso.
Los días en aquel cubil;
pasaban muy lentamente,
nada había que descubrir...
La rutina y lo indecente
Cierta noche a su regreso;
hubo un murmullo de envidia,
la niña hacia sus progresos...
.- ¿Es Josefina quien lidia?.
"TERCER ACTO:
Josefina estaba harta;
y aquello lleno el gran vaso,
en su interior dijo ¡basta!...
Les daría un buen repaso.
Ordenó al guapo moreno;
que se avanzara en su marcha,
que ella daría en su terreno...
Unas palabras en su charla.
Se enfrentó a la reunión;
de alcahuetas envidiosas,
sólo había una condición...
Para tal gentuza odiosa.
.- Conocéis mi indumentaria;
¿mis francachelas son raras?
trabajo de secretaria...
Y yo digo; basta y paran.
En mis venas corre sangre;
como un manantial sereno;
espero no se desangren...
Como tinta de un tintero.
Yo que adoro la hermosura;
corté mis rosas del patio,
rosas bellas con dulzura...
Pero ahora siento hastío.
Aparento ser paloma;
más bien yo soy gabilana,
aunque doy y gasto bromas...
Soy jerezana gitana.
Yo desdeño los romances;
y los tenorios tan huecos,
los que juegan a tal trance...
No me llevarán al huerto.
Aquel gran corro de grillos;
se acogió a un gran silencio,
viejas ancianas y los pillos...
Tan soberano y tan denso.
No por el docto orificio;
el forjador lo apreciada,
la crítica mal oficio...
Charlatanas despreciadas.
"CUARTO ACTO:
Cada noche quiero a un hombre;
mi cama nunca esta fría,
tampoco le pido el nombre...
Aunque hay muchas lo querrían.
Y al cabo nada os debo;
me debéis cuanto he descrito,
¿ si pensáis en líos ajenos?...
Aquí queda bien escrito.
Yo que tengo un buen trabajo;
lo que tengo lo he pagado,
que más da quien viva abajo...
Si nada me han regalado.
Este traje que me cubre;
y la vivienda que habito,
inocente en mis costumbres...
Me lo pongo y me lo quito.
Ese pan que me alimenta;
y ese lecho en donde duermo,
no me cantéis las cuarenta...
Ni hago daño ni hago duelos.
La que contraiga mis quejas;
me la tendré cara a cara,
las más odiosas las viejas...
Perderán cosas más raras.
Envidiosas descastadas;
soy honrada y con trabajo,
sois todas unas desdentadas...
¡Ya estoy muy harta carajo!.
Y dejándolas pasmadas;
con tal genio y tanto orgullo,
quedaron tan asombradas...
Como un corro de capullos.
La mitad que eran ancianas;
solo habían seis casaderas,
el resto eran gitanas...
Sevillanas trianeras.
Después de aquel vapuleo;
tan verbal y virulento,
ya se acabó el cachondeo...
Habría que ir con más tiento.
¡Que malas son las mujeres!;
pero que bonitas son,
te dan amor y placeres...
Cariño y mucha pasión.
"Guti". "El romancero".
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