"ESPERANDO PACIENTE LA MUERTE".

"LA TRISTE VIDA DE UN CAMPESINO".

¿Que piensan las amapolas;
que se esconden en trigales,
es que nadie las valora...
Son bonitas y muy reales.

Son florecillas modestas;
pero dan mucho color,
brillan pétalos en la Puesta...
En la "Puesta" del gran sol.

Son esos bellos colores;
que abundan por nuestros campos,
campesinos con dolores...
Mueren en el Campo Santo.

Y esos campos que son verdes;
con sus olores a tierra,
en donde cuatro se pierden...
Y otros cinco los entierran.

El amor surge del viento;
con candor de margaritas,
al lado de robles viejos...
Que ennegrecen y marchitan.

El aire trae sus mensajes;
trae aromas de azucenas,
la tierra es sólo el "menaje"...
La semilla las alterna.

Madre tierra y fecunda;
tus hijos se desesperan,
que el granizo no las hunda...
Los manzanos y sus huertas.

El aire aconseja grave;
que el granizo es traidor,
no hay muchas nubes que aclaren...
Si son nubes o nubarrón.

Siento en mi cuerpo un regusto;
y mi pierna me molesta,
quizás tenga otro disgusto...
Mi reúma las detecta.

Están los campos vacíos;
en mi pueblo sólo el viento,
de juventud está baldío...
Los viejos sin sentimientos.

Las ancianas con sus huertos;
y los viejos en el campo,
plenas de remordimientos...
Con sus penas van llorando.

Las Madres que los parieron;
viejas ajadas y serenas,
una a una se murieron...
Con el trabajo y sus penas.

Ha amanecido con sol;
lleva aromas de alhelí,
a media tarde su olor...
Que huyen de mi jardín.

¿Que has parido madre tierra;
si son dolores los hijos,
sólo vienen si me entierran...
Unos vagos otros pijos.

La hacienda desaparece;
el cortijo y el ganado,
hasta el estanque y sus peces...
Con tanto esfuerzo gastado.

Son hijos o perdigueros;
cuando se mueren los viejos,
sólo sueñan con dinero...
Tirandose hasta los tejos.

El campo los vio nacer;
más pronto se hicieron hombres,
el pueblo en vez de crecer...
Se borraba hasta su nombre.

Son cárceles las ciudades;
y sus viviendas son jaulas,
son ciudades importantes...
Con sus colegios y sus aulas.

Allí no abundan las rosas;
se mueren todas de penas,
las flores que son hermosas...
Se pudren en sus berbenas.

Fiestas suciedad y molicie;
vicios corrupción y drogas,
los borrachos lo maldicen...
Y los Fiscales con togas.

Una es la Ley en mi pueblo;
trabajar con el esfuerzo,
aquí quedan los recuerdos...
Seas viejo o seas tuerto.

El campo me da la vida;
los sueños son sólo amores,
a veces ni me convidan...
Son recios sus corazones.

Ese aire ese aroma;
esas flores tan preciosas,
su perfume que enamora...
Con sus vistas tan hermosas.

Lo hijos huyen del campo;
se enamoran y se casan,
y vienen de vez en cuanto...
Se emborrachan y descansan.

Para que traer más hijos;
si en mi trabajo padezco,
los que se vuelven más pijos...
Yo también los compadezco.

Aquí son los dulces sueños;
lo que te ampara en la noche,
aquí sólo tu eres dueño...
La ciudad es un trasnoche.

Que pena me dan mis nietos;
que alegría cuando vienen,
creo que tengo biznietos...
Unos van y se entretienen.

¡¡Venda las tierras y la casa;
y mudense a la ciudad,
ya no somos de esta casta...
Trabajo en publicidad.

Y yo les digo riendo;
es tu herencia y de tu hermano,
pero aquí sigo viviendo...
Aunque viva abandonado.

No se preocupen por mi;
resistiré veinte años,
en una noche en dormir...
Resarciré todo el daño.

Tu Madre está con vosotros;
enferma del corazón,
decirle que son los otros...
Los que tienen más razón.

Quieren comprar mis terrenos;
mi casa, mis animales,
mis vacas y sus terneros...
Mis sueños, mis ideales.

Aquí veo las amapolas;
y percibo sus aromas,
veo la mar y sus olas...
Y la tierra no perdona.

Abandono mis pesares;
mi tristeza y agonías,
sin pasar por los altares...
Paso el tiempo día a día.

Ya he cumplido los ochenta;
estoy fuerte como un roble,
vuestra Madre en los setenta...
Enferma serena y noble.

Cuidarla hasta que se muera;
decirle que hay reunión,
aunque viva con su nuera...
Comprarle un buen panteón.

Se acaban las vacaciones;
pronto tendrás tu trabajo,
puede que en dos estaciones...
Me enterréis boca abajo.

"Guti".