"AGENCIAS.13.11.2013."El hedor de descomposición de
los cadáveres, ahoga este martes la ciudad filipina de Tacloban, donde decenas de miles de supervivientes sufren la carencia de alimentos y agua tras el paso del tifón Haiyan el pasado viernes en Filipinas. Mientras,
los problemas de logística complican las tareas de ayuda".
"Vamos a traer 180 toneladas de medicamentos y de artículos de primeros auxilios, pero e
stá saturado el aeropuerto de Cebú, y nos están diciendo que posiblemente tengamos que llevarlos hasta Manila”, comenta a RTVE.es Jesús Fernández Monte, enviado de Médicos Sin Fronteras a Filipinas".
"Las provisiones
están llegando con cuentagotas a las provincias centrales de Samar, Leyte y el norte de Cebú,
las más afectadas. Según ha podido observar Efe, prácticamente nada de
la ayuda internacional ha llegado a Tacloban, en la isla de Leyte, donde
apenas queda en pie un 30 % de los edificios, la mayoría en situación deplorable, y toneladas de desperdicios".
"Sólo
en el centro permanecen en pie los edificios de ladrillo y hormigón,
aunque el tifón se llevó los techos de chapa y reventó las ventanas, con
ráfagas de hasta 300 kilómetros por hora que arrancaron como paja las
chabolas de las barriadas".
"La tensión es palpable en las filas de
personas desesperadas, que forcejean para conseguir el poco arroz
que el Ejército reparte en las calles inundadas por las últimas lluvias
en Tacloban, situada unos 852 kilómetros al suroeste de Manila.
Mientras, la esperada ayuda internacional que comienza a llegar se está
encontrando con grandes problemas logísiticos".
"Nuestro mayor problema es el acceso. En los aeropuertos del destino,
las pistas de aterrizaje están completamente destruidas, las torres de control prácticamente han desaparecido",
comenta desde Cebú a RTVE.es Jesús Fernández Monte, personal logístico
de MSF enviado a Filipinas. "Las comunicaciones son inexistentes. No hay
ahora mismo comunicaciones con los sitios más dañados"·.
"Los cadáveres empiezan a descomponerse en las zonas más afectadas. María Adelfa Jomerez, de 58 años,
dejó todo atrás los cuerpos de sus tres hijos, uno de ellos de cuatro años. "Pedí que me dieran a mi hijo y los ataúdes, pero me dijeron que
su personal no ha venido a trabajar, y algunos probablemente también habían muerto ", explica a un periodista de AFP. "De todos modos,
no hay un vehículo para transportarlos hasta el cementerio. Prefiero no ser enterrado en una fosa común, pero no puedo hacer nada al respecto” añade María Adelfa".
"Los
supervivientes intentan reaccionar como pueden. Via Mabag, una
enfermera filipina de 24 años, vive en la vecina isla de Cebú y, tras
enterarse del desastre, decidió ir hasta Leyte para comprobar si sus
familiares habían sobrevivido al tifón".
"Normalmente el viaje se
realiza en unas 5 horas, pero con el mal estado de las carreteras,
tardamos 23 horas", ha relatado a Efe la joven, aún visiblemente
conmovida por los cadáveres de mujeres y niños y la destrucción que
observó durante su viaje. "¿Cómo es posible que haya pasado esto?
Gracias a Dios, mi familia esta bien, pero muchos amigos y conocidos
están desaparecidos. Me siento culpable por no haber estado aquí", ha
afirmado entre lágrimas".
"Sabemos que todas las instalaciones y
todos los edificios hospitalarios en estas zonas parcialmente o severamente dañados",
comenta Jesús Fernández Monte de MSF. ·"Los equipamientos médicos
también, el suministro también, los medicamentos dañados. Sabemos que el
personal de estos hospitales no son suficiente, porque
mucho del personal que estaba trabajando en los hospitales ahora mismo está atendiendo a sus problemas personales: han perdido sus casa, han perdido familiares".
"Cinco días después del paso del tifón, el Gobierno filipino
ha cifrado en 1.833 el balance de muertos hasta el momento,
aunque datos extraoficiales e informes de campo hablan de decenas de
miles de fallecidos. Según el presidente filipino, Benigno Aquino, la
cifra definitiva rondará entre las 2.000 y las 2.500 fallecidos".
"El
Consejo para la Gestión y Reducción de Desastres filipino, prosigue con
el lento recuento oficial en su último informe publicado en el que
también indica que 2.623 personas han resultado heridas mientras otras
84 están desaparecidas".
"Estos datos rebajan las cifras de
estimaciones anteriores de gobiernos locales, y de organizaciones como
Naciones Unidas, que elevaron el número posible de muertes hasta los
10.000.
Cerca de 10 millones de filipinos se han visto afectados
por los estragos creados por el tifón, bautizado como "Yolanda" por las
autoridades locales, de los cuales al menos 660.000 son desplazados,
según el recuento oficial".
"La
Organización Mundial de Salud "OMS", ha calificado con categoría 3, el nivel más elevado, el desastre en la región central del país, donde centenares de miles de personas carecen de acceso a alimentos y agua".
"Ahora, uno de los mayores riesgos es que
empiezen a producirse enfermedades contagiosas. “Muchas personas viven ahora hacinadas”, comenta Fernández Monte. “Una de las enfermedades que
nos podemos encontrar es el sarampión,
que viviendo en este tipo de condiciones, cuando la higiene es un poco
baja y todos viven hacinados, pues se pueden pasar el sarampión uno a
otro, con muchas bajas en muy poco tiempo”.