"LOS PECADOS DE LA CARNE".
"MARÍA LA "PONDERÁ".
"Si te cuento esta historia;
que es historia verdadera,
tampoco es nada irrisoria...
Te la cuento muy de veras:
María es una mujer;
más un amante quisiera,
ya ha probado más de tres...
De corte y mucha miseria.
Ella retuvo un amante;
pero él se fue a la guerra,
era bastante tunante...
Naciendo en muy buena tierra.
Son de aquellos que se enredan;
con los Pérez y los Sanchez,
con los Velasco y Ribera...
Luchando en el ensanche.
María quedó muy sola;
iba llorando su ausencia,
sólo brincando en las olas...
con tal vez mucha paciencia.
Admirando el gran mar;
paseaba por su orilla,
las lágrimas corren más...
Que las salvajes ardillas.
Desconsolada y llorosa;
con su bien formado cuerpo,
veintitrés años y hermosa...
Se la comian los "cuervos".
Conoció a un hombre fino;
para yacer en su cama,
pero el pobre es filipino...
También le ha salido "rana".
Se decidió por un mozo;
tuvo que enseñarle "carne",
el muy cerdo y asqueroso...
¡¡Llamó a su Madre Carmen.
¿¡¡Es que ya no quedan hombres;
entre maricas y ateos,
y no digo otros nombres...
Que esto acaba en cachondeo.
Más aquellos buenos mozos;
que se fueron a la guerra,
solo buscaban su gozo...
Y no trabajar la tierra.
María pactó con amiga;
la que hacia de ramera,
rehizo muy buenas migas...
Trabajó de camarera.
Miren que no hay disputa;
es de muy buena conciencia,
era honrada y poco culta...
Pero con muy buena ciencia.
Que aquella que por su estado;
hable sin mucha modestia,
que se tome los pecados...
Sin fe y ninguna creencia.
Ya pasaron los tres años;
tres vidas y muchas penas,
el tiempo le hacia más daño...
Que el olmo dando sus peras.
Y la pobre que se daba;
seguía haciendo con ciencia,
con el gusto que antojaba...
Con mucha sabia y paciencia.
Con los mozos muy tarados;
y con viejos muy babosos,
entre los campos y arados...
Y con ciegos asquerosos.
Y muchos que no volvieron;
se quedaron en la tierra,
y los pocos que vinieron...
Casi todos eran de fuera.
¡¡Ay con mi pobre María;
muy solita que te quedas,
aquel hombre al que querías...
¡¡Que no vuelva que te enreda.
Muerta en el vil pecado;
muy enterrada se queda,
fueron muchos los nombrados...
Sin hombre y con mucha pena.
Estando aún de buen ver;
solía cantar por los bares,
allí comenzó a beber...
Y así vinieron sus males.
Medio borracha y preñada;
se pasó con sus tres partos,
la amiga la regañaba...
Ese no había sido el pacto.
Los hijos los regalaba;
sin mediar la economía,
familias los adoptaban...
Los hijos que no tenían.
Lloraba sólo dos meses;
al tercero la preñaban,
por eso sus intereses...
Con las penas se acababan.
Buscaba celosamente;
buena familia y honrada,
ya tenia sus referentes...
Siguiendo tan descarada.
Y he aquí la mala historia;
de María "la ponderá",
jadeando y poca gloria...
Por delante y por detrás.
"Epílogo:
María "La Ponderá";
murió en un viejo camastro,
nadie le pudo achacar...
Que vivió vistiendo Santos".
"Esta no os la dedico;
y que la guarden muy dentro,
me lo ha dicho el tío Perico...
Que es muy guarro y esperpento".
Esta vida tiene baches;
y estando sola en el Mundo,
¡¡hijos de putas con "h"...
Llenos de seres inmundos.
Esta historia tan real;
puede pasarle a cualquiera,
ni honrados ni tan leal...
Ni un militar con guerrera.
"Guti".
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