"UN CABALLERO AMOROSO".
"EL MINOTAURO EN MI CASA".
Les explico esta historia;
que no les pase quisiera,
siendo triste esta victoria...
Yo amaba a una cualquiera.
Según ella me venera;
con caricias y sus besos,
mi sangre arde en mis venas...
Cuando estamos en el lecho.
Yo contaba muchos años;
medio centenar y pico,
un trabajo sin engaños...
Con fortuna y algo rico.
Tuve mas de siete amantes;
rubias, castaña y morenas,
musculoso y muy galante...
Muy solo y con mucha pena.
¡Ya me aviso un buen amigo!;
ten cuidado con las hembras,
aunque no vaya conmigo...
Se recoge lo que siembras.
Aquello me puso en guardia;
eso ocurre en muchos casos,
que ataquen por retaguardia...
Para mi seria un fracaso.
Cuanta gente la padece;
cuanta gente no lo dice,
algunas se compadecen...
La soledad se maldice.
Un amigo es un tesoro;
no tiene precio en dinero,
si lo tienes es como el oro...
Aunque sea un marinero.
La belleza está por dentro;
el físico es importante,
eso ya está descubierto...
Lo otro es muy distante.
Aquel día acabé pronto;
cerré el despacho y me fui,
hacia un día gris y tonto...
Y temía un gran desliz.
"SEGUNDO ACTO:
Lucia un sol muy precioso;
lo de tonto me gustaba,
si comentaba lo hermoso...
Lo otro me disgustaba.
Me esperaba mi Carmela;
vaya sorpresa la suya,
en su piso de soltera...
Con sus enfados y sus puyas.
Con el trabajo que tengo;
seguro que no me espera,
cada día me entretengo...
Y ella sola desespera.
La llave me la pidió;
tendría que pedir ayuda,
ya no se que me explicó...
Porque llave sólo hay una.
Llegué al edificio cuatro;
eran viviendas de ricos,
el portero un vivaracho...
De propinas, un buen pico.
Me dio la llave maestra;
por un billete de cien,
era la forma correcta...
Eso paraba cien pies.
Me subí en el ascensor;
le iba a dar una sorpresa,
yo siendo un hombre mayor...
Y los años siempre pesan.
Le llevaba veinte años;
según ella no es problema,
pero a mi me hacia más daño...
Y ella se ponía muy tierna.
Yo sólo era el pagano;
más ella a mi me adoraba,
tuvo historia de un soldado...
Pero no la recordaba.
Llegué al último piso;
de Carmela fue un capricho,
según decía hay un dicho...
Que si tenia permiso.
"TERCER ACTO:
Los bichos eran personas;
no le gustaban los ruidos,
fue nacida en Barcelona...
Y de allí había huido.
La llave en la cerradura;
y la abrí muy cauteloso,
porque soy un cara dura...
Y también muy orgulloso.
Lo que digo es todo broma;
soy muy digno y caballero,
porque soy buena persona...
De mi empresa consejero.
Entré en el piso sin ruido;
oí risas y cachondeo,
aquello no era un descuido...
Eran voces y choteos.
Como yo era importante;
en la empresa me encargaba,
con sumas impresionantes...
Una pistola llevaba.
La desenfundé despacio;
quitándole su seguro,
de la puerta había un espacio...
Para mi fue algo duro.
Con la vivienda a mi nombre;
yo era el dueño y señor,
no creí que hubiera un hombre...
Más podría ser un matón.
Atravesé las penumbras;
y llegué a la habitación,
un silencio de ultratumba...
Y me aposté en un rincón.
Podría ser un ladrón;
ya temía por mi amante,
¿mi Carmen con un matón...
Con un chorizo menguante?.
Sentí miedo aquella noche;
ya temía por su vida,
aparcado vi su coche...
De aquella mujer querida.
"CUARTO ACTO:
La puerta estaba entornada;
sólo había una bombilla,
vi a mi Carmela encantada...
Y un hombre con sus cerillas.
Era joven y muy moreno;
y encendía un cigarrillo,
otro entregó con sus dedos...
Era blanco o era morillo.
Contemplando su perfil;
su nariz era prominente,
Carmela empezó a reír...
Para mi era diferente.
Me dio pena y mucho asco;
sentí un daño increíble,
aquello fue un gran fracaso...
Viéndole no era creíble.
Sentí una rabia inmensa;
mis manos ya me temblaban,
al retroceder una mesa...
Un jarrón me resbalaba.
El ruido alertó a Carmela;
y el joven salió hacia fuera,
el hombre que la camela...
Con una pistola fiera.
Le di un golpe en su cabeza;
y quedo largo en el suelo,
compungido y con tristeza...
Me devoraban los celos.
Esto le dio un sobresalto;
y desnudo como estaba,
era un poquito más alto...
Su moreno resaltaba.
Quedó mudo quedó tieso;
al ver aquella pistola,
al apoyarse en un tiesto...
Se arrodillo a la bartola.
Carmela salió al pasillo;
tan desnuda como el mozo,
aquel joven era un pillo...
Tan guapo y tan hermoso.
"QUINTO ACTO:
Carmela empezó a gritar;
aullaba como una loba,
auxilio a solicitar...
Se comportó como boba.
Los vecinos se agolpaban;
en el pasillo de fuera,
a la policía llamaban...
Era gente forastera.
Tardaron casi una hora;
y vino la policía,
Alfredo tenia su honra...
Carmela lo maldecía.
Él se enfundó su pistola;
abriendo presto la puerta,
un policía dijo; hola...
El otro era de alta puerca.
Robusto fuerte y muy bajo;
se enfrentó al pobre morillo,
La Carmela con trabajo...
Y el moreno era un chiquillo.
Cuando se aclaró este caso;
Carmela hizo las maletas,
aquello fue un gran fracaso...
De aquella furcia cateta.
El moreno detenido;
lo trataron de agresor,
vistiéndose entretenido...
Era un chulo y macarrón.
Tenia ficha policial;
con unos cuantos delitos...
con asuntos pericial...
No quedaba muy bonito.
Aquí se acaba la historia;
no le pase a usted lo mismo,
piense que vive en la gloria...
Con una furcia y sus mimos.
Consejos no voy a dar;
pues tengo ya muchos años,
esto les puede pasar...
Y cuando pasa, hace daño
"SEXTO ACTO:
Avisen si van a casa;
y no den muchas sorpresas,
hay hombres con mucha casta...
Y mozas sin enteresa.
Carmela fue detenida;
por cómplice en sus delitos,
Alfredo se lo temía...
Cornudo igual que el mito.
Sospecho que veinte años;
o quince que son lo mismo,
son años que no hacen daño...
En la pareja y su ritmo.
Yo creo que si hay amor;
no existen las diferencias,
van unidos al corazón...
Con total indiferencia.
No existiendo una razón;
que los años hagan daño,
aunque no exista pasión...
Solo sea un dulce apaño.
¿Si no hay mentiras ni engaños?;
solo queda un amor tierno.
en jóvenes hay desengaños...
Y sus vidas es un infierno.
Al cabo de siete meses;
conocí a una rubia hermosa,
distinguida y orgullosa...
Aunque un poco caprichosa.
Tenia estudios y fortuna;
tenia muy pocos celos,
muy linda con hermosura...
Con un cuerpo que era un cielo.
Mira que es casualidad;
también se llamaba Carmen,
sin quejas; es la verdad...
En una fiesta de tarde,
Una mujer de bandera;
madura con pocos años,
una hembra verdadera...
Y soy feliz y no hace daño.
"Guti". "El romancero"
Daily Star Babes - Emma on MUZU.TV.
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