"MERODEABAN LOS TENORIOS".

"UN CABALLERO CON SUERTE".

El día es un tormento;
el aire mudo y sombrío,
se oye el rumor del río...
Y  revolotea el viento.

Se presagia una tormenta;
el camino serpentea,
la débil luz lo blanquea...
Como un libro de imprenta.

Tengo el anima contenta;
los árboles palidecen,
la hierba que reverdece...
La primavera esta atenta.

Surgen espinas doradas;
con el soñar de la brisa,
se escoran y se divisan...
Espinas que están clavadas.

Pinos caídos en retazos;
hacen el sendero estrecho,
sin vergüenza y sin derecho...
Esta es mi historia a pedazos.

A veces escribo y aprecio;
tantas tonterías vanas,
tres, escribo entre semana...
Y mi angustia tiene un precio.

Conocí a una mujer bella;
casadera y muy hermosa,
era linda y muy preciosa...
Relucía como una estrella.

Y así la hice mi esposa;
rosales he conocido,
pero nunca he convivido...
Con tal bella y linda rosa.

Esta historia la he vivido;
preguntarán si es reciente,
soy mayor y soy inocente...
Mis compromisos cumplidos.

Con los deberes debidos.
nunca había tenido quejas,
con historia que son viejas...
Buenos palos he recibido.




"SEGUNDO ACTO:

Soy prudente y montañero;
me alejaba de mi hogar,
me encantaba aquel lugar...
Avisté a mis compañeros:

.- ¡Cuidado que la secuestran!;
cuida de esa alma en pena,
tu esposa esa gran morena...
Si regresas no la encuentras.

Yo proseguía en mis labores;
me reía de los engaños,
con mi escopeta y apaño...
¡Se marcharon los bribones!.

¿De quien es culpa; me dije?,
tanto tiempo abandonada,
hermosa que mareaba...
Pensándolo me maldije.

Mi bella dama abrumada;
solitaria con sus sueños,
sin pretender otro dueño...
Y ella seguía enamorada.

Me dijeron que la vieron;
con un doncel muy apuesto,
cualquier mozo era dispuesto...
Sus favores no obtuvieron.

Después del fallido intento;
me renací a ojos vista,
esta esposa mía es lista...
Y con ella estoy contento.

Es un bello monumento;
con una breve cintura,
su boca emana dulzura...
Vivaracha y con talento.

Como mujer un portento;
no vive con musarañas,
eso a mi ya no me extraña...
La deseo a cada momento.

Se acabaron las montañas;
sus laderas y sus picos,
ahora que me siento rico...
¡Esta esposa no me engaña!.

"Guti"."El romancero".



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