"¡ASÍ TE QUISIERA VER YO CADA NOCHE!".
"ME DESPERTÉ SUDOROSO".
.- Muchas noches no dormía.
Sentía dolores de cuello.
De amores que bendecía...
Se lanzaban a degüello.
No era real era un sueño.
No me encontraba despierto.
No había amante ni dueño...
Con un cuerpo bello y prieto.
Amores que están inquietos.
Son hermosos y decentes.
Según lo que apriete el viento...
Se sabe lo que es urgente.
Acercándose vehemente.
Con suavidad y elegancia.
La vi hermosa e inocente....
Tenia sueños con su gracia.
Cuando pasan las desgracias.
Pierdes el conocimiento.
Nunca percibes las gracias...
Casi nunca tienes tiempo.
Tras un galope a destiempo.
Con frenesí diferente.
Se heló mi sangre y mi aliento...
Muy ardiente y vehemente.
Con vergüenza de indigente.
Se desnudó con soltura.
Virtual e inteligentes...
No era joven la criatura.
Madura de buena altura.
La conocí entre semana.
Mujer con mucha cultura...
Provocadora y con ganas.
Temblé de codicia insana.
Con sus frutos arrolladores.
Tan duros como manzanas...
Firmes y provocadores.
Grandes y conquistadores.
Con sus abrazos me quema.
Siento en mi espalda dolores...
Con sus ardientes cadenas.
Tan suaves como la seda.
Y duros como el acero.
Mirándome se me queda...
Ardía como el mismo fuego.
Sentí alegría en sus juegos.
Muchas ganas emergieron.
Más candela para luego...
Sus besos lo sugirieron.
Mis labios se sumergieron.
Impacientes por beber.
En la fuente de su riego...
Comenzó allí su placer.
Claro hartazgo de mujer.
En un cuerpo tan glorioso.
Es el signo del deber...
En aquel rincón hermoso.
De aquel fruto tan goloso.
Donde la naturaleza nace.
Entre rizos tan graciosos...
Comenzó aquel bello trance.
Todo eso tiene alcance.
Dio comienzo a las pasiones.
También peligra el avance...
En esas sacias traiciones.
Preñado de sus sabores.
Escondiendo su tesoro.
Admirando con honores...
Sus vaivenes y sin decoro.
Lo que no brilla no es oro.
Sus gemidos sugirieron.
Con la cantidad de un moro...
Tras cogerla sintió miedo.
Mis ojos se sumergieron.
En sus aguas placenteras.
Su sangre corría con fuego...
Seguía muy linda y entera.
Podría ser que en primavera.
Los amantes se querían.
Las mujeres verdaderas...
Su hermosura bendecían.
¿Cuantas veces la hice mía?.
¿Cuanta pasión en sus juegos?.
Sin conocerla quería...
¡Quemarme en su propio fuego!.
"Guti"."El Romancero".
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