"NOS REPETIMOS LO MISMO": ¿ESTAMOS AHORA SI, AL BORDE DE UNA TERCERA GUERRA MUNDIAL?.
Rusia ya ha desplegado todo su poderío militar y podría iniciar en cualquier momento su anunciada invasión de Ucrania, una realidad que ya anticipó el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken: “Podría ocurrir en muy poco tiempo”.
El ministerio de Defensa ucraniano calcula que hay unos 127.000 soldados rusos en sus fronteras, así como también un gran número de misiles de corto y mediano alcance, al menos dos grandes hospitales de campaña, submarinos y barcos en el Mar Negro y miles de tanques estacionados al lado de las rutas de acceso.
Sin ir más lejos, la Armada rusa lanzó este jueves una serie de maniobras navales en diversos océanos con la participación de más de 140 navíos de guerra y de apoyo, más de 60 aviones, 1.000 elementos de equipamiento militar y 10.000 efectivos buscando intimidar a Occidente en víspera de una nueva ronda de negociaciones entre Moscú y Washington sobre la seguridad en Europa.
Se trata de un despliegue que el mundo no veía desde los preparativos de las fuerzas armadas estadounidenses previos a la Guerra de Irak, algo que ha hecho crecer los temores en Kiev y los países occidentales. Todo ello en mitad de las enormes tensiones que sacuden las relaciones de Rusia con Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea a cuenta de Ucrania.
Analistas militares occidentales aseguran que por razones logísticas y económicas Moscú no podría mantener indefinidamente esas tropas desplegadas en la frontera, y que tendría que retirarlas con la llegada del verano boreal.
Las estimaciones sobre las nuevas tropas movilizadas por Rusia a la frontera con Ucrania varían entre los 60.000 y 100.000 efectivos, aunque hay documentos de la inteligencia norteamericana que sugieren que esa cifra podría ser cercana a los 175.000.
Funcionarios de Estados Unidos indicaron también que si Rusia finalmente decide atacar Ucrania próximamente, en pleno invierno, lo haría porque el terreno es firme por la nieve y el hielo, y los tanques y demás vehículos blindados pueden avanzar a más velocidad.
Sin embargo, ¿cómo sería y qué objetivo tendría realmente un eventual ataque de Rusia sobre Ucrania? “El actual despliegue de tropas es muy versátil”, explica Keir Giles, miembro adjunto de Chatham House, una ONG de análisis de política internacional con sede en Londres. “Rusia no descarta ninguna opción y de esa manera mantiene en vilo a sus adversarios.”
A continuación detallamos algunos de los escenarios posibles en el actual conflicto entre Moscú y Kiev:
Escalada de la Guerra del Donbass
Los jefes de las diplomacias de Rusia y EEUU, Serguéi Lavrov y Antony Blinken, respectivamente, se reunieron durante noventa minutos en Ginebra, ciudad privilegiada para este tipo de encuentros por sus infraestructuras y seguridad, pero sobre todo por su neutralidad, lo que la convierte en una isla en medio de la Unión Europea y de la OTAN. Separatistas ucranianos fuertemente armados y con apoyo ruso tienen bajo su control grandes partes de Ucrania Oriental desde 2014, y a pesar del alto el fuego que en 2015 puso fin a las hostilidades, las escaramuzas con el ejército ucraniano continúan.
La Guerra del Donbass ya se cobró 15.000 víctimas, según datos del gobierno de Kiev. Hace tiempo que Kiev acusa a Moscú de tener tropas infiltradas en la región, aunque el Kremlin lo niega. Rusia, por su parte, acusa a Ucrania de estar maquinando recuperar la región por la fuerza, algo que Kiev niega.
Dentro de este clima de desconfianza, se multiplica el riesgo de un malentendido o una escalada indeseada, un incidente que Rusia podría aprovechar como motivo de guerra.
Fuentes cercanas a los planes del Ministerio de Defensa de Rusia dice que si Moscú se decidiera a atacar, el escenario más probable sería ese, pero que por el momento nadie habla de un ataque. Kiev también podría sentirse impulsada a atacar ante una provocación de los separatistas ucranianos, que a continuación le pedirían a Rusia que les envíe tropas de ayuda, señala la misma fuente.
Las tropas rusas podrían extender los enfrentamientos del Donbass y arrastrar a Ucrania a una guerra convencional, puntualiza Neil Melvin, director de Estudios de Seguridad Internacional del grupo de expertos londinense RUSI.
Melvin agrega que Moscú podría intentar ocupar las regiones costeras de Ucrania sobre el mar de Azov, creando así un puente terrestre que conectaría la ciudad rusa de Rostov con Crimea, pasando por el Donbass. “Esa situación sí que dejaría al gobierno de Ucrania entre la espada y la pared”.
Invasión rusa desde Crimea
Rusia trasladó nuevas tropas a Crimea, península que anexó de Ucrania en 2014. Moscú podría lanzar su ataque sobre Ucrania desde esta zona y ocupar todo el territorio hasta el río Dniéper, que actuaría como barrera natural frente a cualquier intento de contraofensiva ucraniana, señala Konrad Muzyka, director de la consultora Rochan, con sede en Polonia.
La operación militar comenzaría con fuego de artillería, misiles y ataques aéreos sobre las unidades ucranianas concentradas en el sur. Posteriormente, las unidades de fuerzas especiales rusas tomarían los puentes y las vías ferroviarias, para liberar el cruce de tropas y blindados, añade Muzyka. El punto débil de este posible escenario sería que desde Crimea hay solo dos rutas hacia el interior del país, que podrían ser bloqueadas o destruidas.
En dicho caso, las fuerzas rusas se asegurarían el control de un canal que provea a Crimea de agua fresca hasta que Rusia se anexe la región y Ucrania les corte el suministro.
Ataque multifrontal
Un documento público del servicio de inteligencia estadounidense explica que Rusia podría iniciar también una invasión con hasta 100 grupos tácticos de batallones (BTG), es decir, unas 175.000 tropas. De hecho, ya hay desplegados alrededor de 50 BTG en el norte y este de Ucrania y desde Crimea hacia el sur al parecer.
Con la ocupación del sur de Ucrania, Moscú podría aislar a Kiev de la costa y de las fuerzas de la OTAN en el Mar Negro, comenta Melvin, y eso alentaría a los nacionalistas rusos que consideran esa región como parte de las tierras históricas de Novoróssiya o “La Nueva Rusia”.
Un ataque multifrontal también podría incluir un avance hacia el noreste de Ucrania, rodeando las ciudades sin entrar en ellas, para evitar que las fuerzas rusas queden atascadas y demoradas en combates urbanos. A eso se suma la posibilidad de que las tropas avancen hacia Bielorrusia, abriendo un frente norte que dejaría a las fuerzas rusas a las puertas de Kiev, dice Giles.
“Por supuesto que ese sería el escenario más costoso, tanto política como económicamente, y también en términos de vidas humanas, por lo tanto es también el menos probable”, explica Melvin en referencia a una invasión total a gran escala.
Los analistas militares dicen que aunque caiga derrotado el ejército ucraniano, al que duplica en tamaño, Rusia tendría que enfrentarse aún a una resistencia del tipo de “guerra de guerrillas”, y eso le dificultaría mantener el control del territorio.
Misiles de largo alcance y ciberataques
Otros escenarios posibles incluyen ataques con misiles de largo alcance o ciberataques, en ambos casos dirigidos contra la infraestructura básica de Ucrania. Los ataques con misiles cuentan con una ventaja: la debilidad de las defensas antimisilísticas de Kiev.
“Las opciones que tiene Rusia para castigar a Ucrania e intentar persuadir a Occidente de que cumpla con sus demandas en materia de seguridad ni siquiera incluyen necesariamente una invasión terrestre”, recalca Giles.
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