"DEPENDENCIA ENERGÉTICA: "ESPAÑA, SE
ENCUENTRA "COGIDA" POR LOS "CATAPLINES",
CON FRANCIA Y ARGÉLIA".
"REPSOL, TIENE PROBLEMAS, CON LIBIA. GADAFI, QUIERE NACIONALIZAR EL PETRÓLEO, Y EXPULSAR A LAS
MULTINACIONALES".
"24.01.2009."Unas confusas alusiones oficiales en Trípoli, referentes a la eventual nacionalización, de las compañías multinacionales, que operan en Libia, "posteriormente desmentidas", han añadido nuevos componentes de inseguridad, al escozor causado en Europa, por el último episodio del gas ruso, como exponente de la inseguridad energética, sobre la que vive la UE; hecha la excepción de Francia, con su potente parque nuclear, y su apuesta por centrales de nueva generación, en las que serán menores, los costes de construcción y mayores los márgenes de seguridad".
"Mientras la Europa dependiente del gas ruso, no se ha repuesto aún del enfriamiento padecido por las dos semanas, sin suministro energético, nuevamente a causa de las disputas entre Moscú y Kiev, sobre el precio del gas y el de los peajes, que Gazprom debe abonar a Ucrania por el uso de su espacio nacional, Europa también, y el mundo occidental en su conjunto, no pueden menos que asistir con inquietud, el desliz de Libia, sobre el futuro de las compañías allí instaladas, para extraer petróleo, entre ellas Repsol".
"Lo de menos en este caso, es la base concreta en que el Gobierno de Trípoli, funda la amenaza de nacionalización, fundamentalmente la caída del precio del crudo. Lo realmente preocupante, es que el síntoma libio, resulta otro episodio más, que se añade a cuantos integran el síndrome de dependencia, que define y constituye el horizonte energético europeo. Un síndrome, al que podría incorporarse, en cualquier momento el gas de Argelia, país que mantiene crónicamente tensiones críticas, con Marruecos, paso obligado para uno de sus gasoductos".
ENCUENTRA "COGIDA" POR LOS "CATAPLINES",
CON FRANCIA Y ARGÉLIA".
"REPSOL, TIENE PROBLEMAS, CON LIBIA. GADAFI, QUIERE NACIONALIZAR EL PETRÓLEO, Y EXPULSAR A LAS
MULTINACIONALES".
"24.01.2009."Unas confusas alusiones oficiales en Trípoli, referentes a la eventual nacionalización, de las compañías multinacionales, que operan en Libia, "posteriormente desmentidas", han añadido nuevos componentes de inseguridad, al escozor causado en Europa, por el último episodio del gas ruso, como exponente de la inseguridad energética, sobre la que vive la UE; hecha la excepción de Francia, con su potente parque nuclear, y su apuesta por centrales de nueva generación, en las que serán menores, los costes de construcción y mayores los márgenes de seguridad".
"Mientras la Europa dependiente del gas ruso, no se ha repuesto aún del enfriamiento padecido por las dos semanas, sin suministro energético, nuevamente a causa de las disputas entre Moscú y Kiev, sobre el precio del gas y el de los peajes, que Gazprom debe abonar a Ucrania por el uso de su espacio nacional, Europa también, y el mundo occidental en su conjunto, no pueden menos que asistir con inquietud, el desliz de Libia, sobre el futuro de las compañías allí instaladas, para extraer petróleo, entre ellas Repsol".
"Lo de menos en este caso, es la base concreta en que el Gobierno de Trípoli, funda la amenaza de nacionalización, fundamentalmente la caída del precio del crudo. Lo realmente preocupante, es que el síntoma libio, resulta otro episodio más, que se añade a cuantos integran el síndrome de dependencia, que define y constituye el horizonte energético europeo. Un síndrome, al que podría incorporarse, en cualquier momento el gas de Argelia, país que mantiene crónicamente tensiones críticas, con Marruecos, paso obligado para uno de sus gasoductos".
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