"¡¡HISTORIAS, PARA NO DORMIR...SÓLO!!".

"LEOVIGILDA, CON 17 AÑOS".

"Me llamo"Leovigilda", soy una buena amiga de mis hijos, mis nietos y biznietos. "En mi juventud, tuve un bello romance, con un señor muy rico y poderoso. Pasé a vivir a un pisito muy coqueto, gracias a la generosidad de mi "amigo".

"Él, me visitaba de vez en cuando, para abastecerme economicamente, y de paso, me traia algún que otro regalito. Me enamoré de él, pero el señor, estaba casado, y con hijos. No pasó mucho tiempo, y aquel señor tan bueno y amable conmigo, sufrió un infarto".

"Lo supe, por un compañero suyo, que me dió un volumiso paquete, y me deseó muy buena suerte. Por lo visto, fué su último adios para mi".

"Abri el paquete, y encontré un abultado fajo de billetes, lo suficiente para pagar el alquiler del pisito y poder comer, durante muchos años. Me derrumbé totalmente, no sabia ir por el Mundo sola, sin la protección de un hombre, sin su cariño y afecto".

"Decidí regresar a mi pueblo, y encontrarme con mi poca familia que me quedaba. Compré una vivienda, bastante aceptable en el centro del pueblo, y me dije: "Este dineral, no me va a durar toda la vida, y tengo que hacerlo trabajar, para seguir comiendo".

"En una semana, compré un local, y lo adapté como cafeteria y merendero, un negocio, que no habia tocado en mi vida. Busqué un buen camarero y un par de jóvenes, y me puse al trabajo. Yo de cajera, no queria que mis empleados tocasen el dinero".

"Así pasaron los años. Encontré un buen hombre, me casé con él, tuvimos 3 hijos, 2 varones y una hembra, y eso me llenó. Hoy tengo 86 años, 18 nietos y 14 biznietos y soy la abuela más feliz de la Tierra".

"Mi marido murió el pobre. Falleció de "otro infarto". ¿¡¡Que coño me pasaba a mí, que los dos hombres que he querido, hayan muerto de lo mismo!!?. En fin, me he retirado de la cafeteria y la llevan mis nietos".

"A raiz de la primera, compré otras dos en el pueblo y varias, las tenia por los alrededores de otros pueblos. El negocio iba redondo, daba trabajo a casi toda mi descendencia. Bueno, aquí estoy, esperando mi hora, que ya debe estar cerca, aunque mis hijos me dicen, que pasaré de lo 100".

"La verdad, a veces me siento cansada de estar viva. Bueno, a cortos rasgos, os he contado por encima, todas las travesuras, que he cometido en mi juventud. He sacado del cajón, una fotografia mia, espero que os guste. ¡¡Adios buena gente!!".