"LOS DIVORCIOS Y LAS QUERELLAS".

"LA MALA LEY DE LOS HOMBRES"

Hoy hablaré de la ley;
con su venda y su balanza,
que con su cruz nos alcanza...
Como si fuera un mal rey.

¿Si hay relatos en la historia;
que han castigado al ladrón,
no lo creo de corazón...
Más bien entrará sin gloria.

La justicia de los hombres;
no existe y les prevengo,
con muchos casos me atengo...
Sin direcciones ni nombres.

Tanto fiscales y Jueces;
arriman bien la sardina,
con las causas anodinas...
Son hombres con intereses,

Entrando los abogados;
regios sosos, prevalecen...
que la ley no se merece....
Y el cliente queda ahogado.

Sacandose sus dineros;
estafando y con embustes,
siempre hacen sus ajustes...
Como alegres marineros.

Hay quien tiene hasta un bufete;
esos son los más famosos,
ladrones y avariciosos...
Engordan bien sus mofletes.

Hay que ir con más cuidado;
abogados verdaderos,
son truhanes domingueros...
Si te cogen descuidado.

Yo que he sentido desprecio;
por abogados curtidos,
todos van muy bien vestidos...
Nunca le niegan sus precios.

Se disfrazan de romeros;
pero no tienen conciencia,
son gentes con indecencias...
Que se venden por dinero.

No van a la romería;
el cliente es lo primero,
¿si no de que comerían...
Siempre visten con sombrero.

La verguenza no es su tema;
ganan pingües beneficios,
buen despacho en edificio...
El descrédito es su lema.

Me espanto, aunque no puedo,
que viendo cientos de cruces,
de los hambrientos andaluces...
Quedo tan tenso que muero.

Algunas separaciónes;
existen tratos y sus cuentos,
sólo habrá un sólo encuentro...
Que cubran reparaciones.

¿Si no hay tinta en el tintero;
por ser pobres andaluces,
con ignorancias sin luces...
Más sin casa y sin dinero.

Sin presentar ningún pleito;
sin acuerdos y sin tratos,
solucionar el maltrato...
Y que exista más respeto.

Con esto sólo os digo;
que estudieis con mucha calma,
os podrían salir más canas...
Y eso siempre va consigo.

Por eso digo y mantengo;
que esta ley es muy cachonda,
los problemas más se ahondan...
Siendo los casos que tengo.

Yo no creo en la justicia;
tanta denuncia y querellas,
más de la mitad son de ellas...
Así pagan tus caricias.

A mi me arruinó un juez;
me quitó dinero y casa,
habia que pagar las tasas...
Eso fue por Aranjuez.

¿Si se comete un delito;
y tiene algo a su nombre,
estando preso ese hombre...
Le impodrán su "San Benito".

Los Jueces y los fiscales;
con abogados y embustes,
preparan bien sus ajustes...
Intrigas de carcamales.

¿Es el Juez un hombre honrado;
siendo el fiscal un farsante,
surge siempre el detonante...
De que sean dos depravados.

¿Si la justicia es honesta;
y se acata con nobleza,
teniendo bien la cabeza...
Servirá hermosa su apuesta.

Con política y con Jueces;
siempre hay su rebelión,
afrontando la cuestión...
La mitad queda en sus treces.

Yo tengo una amiga mia;
Esperanza que es su nombre,
cobra una pensión muy pobre...
¡¡No hay justicia, ella diría.

Es preciosa y muy risueña;
cotizando mucho años,
enferma con mucho daño...
No hay justicia, pero sueña.

Cobra la contributiva;
una pensión engañosa,
siendo bonita y hermosa...
Entre dos aguas cautiva.

A mi Esperanza un gran beso;
si eso le asiste de apaño,
el Mundo lleno de engaños...
Con abogados perversos.

Y aquí que acabo el relato;
sólo he puesto un dos por ciento,
no siento remordimientos...
He descrito un buen retrato.

"Guti".