"UN NIÑO MENDIGO EN NAVIDAD".
"LA CONCIENCIA EN NAVIDAD".
"No era bonito ni hermoso;
contemplar al morenito,
gesticulando con gozo...
En misero rinconcito.
Devorar con avidez;
lo que fuè un bocadillo,
lo contemplé otra vez...
Sentado en un descansillo.
En el frío de la noche;
penetró sobre mi Alma,
con tanto y tanto derroche...
Y nadie le daba nada.
Como estiletes de acero
bruñido por el desgaste,
ya no quedan barrenderos...
Que limpien tan bien la calle.
Con esa triste mirada;
él me vio y se me acercó,
puso su manita helada...
Casi pidiendo perdón.
Abierta y sin palabras;
con la mirada perdida,
en silencio me ploraba...
Con su carita pedia.
Un nudo en mi garganta;
al recordar mi niñez,
sin su frio ni sus ansias...
Vestido con buena piel.
Me dio rabia y me dio pena;
sin futuro y esperanzas,
viendo la triste condena...
Superando la tardanza.
Le pregunté por sus padres;
y él me contó sus miserias,
su padre en la cárcel estaba...
Su madre murió de penas.
La angustia y el desasociego;
se apoderó de mi mente,
como buitres carroñeros...
Devorando lentamente.
De los animales muertos;
de Madre Naturaleza,
no digerí el entuerto...
Lleno estaba de tristeza.
Quise gritar tal derroche;
pero grité más clemencia,
gentes que pasan de noche...
Brillando hasta su indecencia.
Con esta gente indecente;
que lanza hasta la comida,
y no dan a un inocente...
Aunque les vaya la vida.
Ya no existe la honradez;
ya no existe gente buena,
todo lo ven al revés...
Llora mi Alma de pena.
"Moraleja:
"Para vivir muy feliz
con nuestra mala conciencia,
nos colocamos una venda...
Para no ver las miserias.
Esas miserias de barrios;
que nos comen y rodean,
sin salir del extrarradio...
Muchos pobres se codean.
"Guti".
"No era bonito ni hermoso;
contemplar al morenito,
gesticulando con gozo...
En misero rinconcito.
Devorar con avidez;
lo que fuè un bocadillo,
lo contemplé otra vez...
Sentado en un descansillo.
En el frío de la noche;
penetró sobre mi Alma,
con tanto y tanto derroche...
Y nadie le daba nada.
Como estiletes de acero
bruñido por el desgaste,
ya no quedan barrenderos...
Que limpien tan bien la calle.
Con esa triste mirada;
él me vio y se me acercó,
puso su manita helada...
Casi pidiendo perdón.
Abierta y sin palabras;
con la mirada perdida,
en silencio me ploraba...
Con su carita pedia.
Un nudo en mi garganta;
al recordar mi niñez,
sin su frio ni sus ansias...
Vestido con buena piel.
Me dio rabia y me dio pena;
sin futuro y esperanzas,
viendo la triste condena...
Superando la tardanza.
Le pregunté por sus padres;
y él me contó sus miserias,
su padre en la cárcel estaba...
Su madre murió de penas.
La angustia y el desasociego;
se apoderó de mi mente,
como buitres carroñeros...
Devorando lentamente.
De los animales muertos;
de Madre Naturaleza,
no digerí el entuerto...
Lleno estaba de tristeza.
Quise gritar tal derroche;
pero grité más clemencia,
gentes que pasan de noche...
Brillando hasta su indecencia.
Con esta gente indecente;
que lanza hasta la comida,
y no dan a un inocente...
Aunque les vaya la vida.
Ya no existe la honradez;
ya no existe gente buena,
todo lo ven al revés...
Llora mi Alma de pena.
"Moraleja:
"Para vivir muy feliz
con nuestra mala conciencia,
nos colocamos una venda...
Para no ver las miserias.
Esas miserias de barrios;
que nos comen y rodean,
sin salir del extrarradio...
Muchos pobres se codean.
"Guti".
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