"UN MUERTO Y UNA DESAPARECIDA POR EL DERRUMBE DE UN EDIFICIO EN PEÑÍSCOLA: MUCHA ARENA Y POCO CEMENTO EN SU CONSTRUCCIÓN".
.- Los servicios de rescate de Castellón han encontrado el cadáver de un menor de 15 años atrapado entre los escombros del derrumbe que anoche se produjo de un edificio de tres alturas en la localidad de Peñíscola.
Según informaron los bomberos de Castellón, poco antes de las ocho menos cuarto de la mañana se encontraba "sin vida el cuerpo de un menor", que corresponde a una de las dos personas que estaban desaparecidas -continúa la búsqueda de la madre-.
El hallazgo ha sido posible tras los trabajos realizados durante toda la noche por los bomberos de Castellón y de Valencia.
Los perros especialistas en búsqueda de personas del Consorcio Provincial de Bomberos de Castellón están trabajando para tratar de localizar a la persona que continúa desaparecida, una mujer de origen colombiano madre del menor y del joven que fue rescatado en la noche de ayer bajo los escombros.
Los tres atrapados en el derrumbe ocupaban la misma vivienda del bloque de la urbanización Font Nova de Peñíscola. El herido, cuya edad se desconoce, facilitó esta información en la noche de ayer a los equipos de rescate al no haber perdido el conocimiento en ningún momento y emitir señales de socorro en cuanto se produjo la tragedia.
El edificio, construido en los años 1989 y 1990, se derrumbó este miércoles sobre las 20.00 horas "como un castillo de naipes", según le dijo un arquitecto de la Generalitat desplazado al lugar del accidente al alcalde de Peñíscola, Andrés Martínez.
La prioridad de los trabajos, en los que participan unos 140 efectivos, es la recuperación de la tercera persona desaparecida, la madre del menor ya fallecido, de la que se desconoce su estado.
En cuanto al joven rescatado con vida en la medianoche de este jueves, se encuentra estable y hospitalizado.
El alcalde Andrés Martínez ha descartado que, tras las comprobaciones realizadas por la Guardia Civil y Policía Local, existan más de tres personas afectadas por el derrumbe.
El primer edil ha destacado el papel clave que ha jugado el grupo de WhatsApp en el que estaban incluidos todos los vecinos del inmueble para ser localizados y determinar sus paraderos.
Martínez ha indicado que uno de los vecinos que consiguió escapar del siniestro junto a su familia justo cuando se produjo el derrumbe facilitó a la Guardia Civil el grupo de WhatsApp de la comunidad con los propietarios e inquilinos del edificio siniestrado.
El siniestro se produjo en la urbanización Font Nova por causas que se están investigando pero que podrían estar relacionadas con las lluvias registradas en las últimas horas. La Policía Local de Peñiscola trabaja con los técnicos de estructuras para averiguar la razón del desplome de esta veintena de apartamentos construidos hace décadas.
Andrés Martínez aseguró el miércoles que había personas que se encontraban en el edificio derrumbado y a las que les dio tiempo a salir antes del colapso de la estructura. "Ha habido gente que les ha dado tiempo a salir. Hay que esperar y rezar para que la gente que está atrapada se pueda rescatar", ha señalado en declaraciones a RTVE recogidas por Europa Press.
Según informaron los bomberos de Castellón, poco antes de las ocho menos cuarto de la mañana se encontraba "sin vida el cuerpo de un menor", que corresponde a una de las dos personas que estaban desaparecidas -continúa la búsqueda de la madre-.
El hallazgo ha sido posible tras los trabajos realizados durante toda la noche por los bomberos de Castellón y de Valencia.
Los perros especialistas en búsqueda de personas del Consorcio Provincial de Bomberos de Castellón están trabajando para tratar de localizar a la persona que continúa desaparecida, una mujer de origen colombiano madre del menor y del joven que fue rescatado en la noche de ayer bajo los escombros.
Los tres atrapados en el derrumbe ocupaban la misma vivienda del bloque de la urbanización Font Nova de Peñíscola. El herido, cuya edad se desconoce, facilitó esta información en la noche de ayer a los equipos de rescate al no haber perdido el conocimiento en ningún momento y emitir señales de socorro en cuanto se produjo la tragedia.
El edificio, construido en los años 1989 y 1990, se derrumbó este miércoles sobre las 20.00 horas "como un castillo de naipes", según le dijo un arquitecto de la Generalitat desplazado al lugar del accidente al alcalde de Peñíscola, Andrés Martínez.
La prioridad de los trabajos, en los que participan unos 140 efectivos, es la recuperación de la tercera persona desaparecida, la madre del menor ya fallecido, de la que se desconoce su estado.
En cuanto al joven rescatado con vida en la medianoche de este jueves, se encuentra estable y hospitalizado.
El alcalde Andrés Martínez ha descartado que, tras las comprobaciones realizadas por la Guardia Civil y Policía Local, existan más de tres personas afectadas por el derrumbe.
El primer edil ha destacado el papel clave que ha jugado el grupo de WhatsApp en el que estaban incluidos todos los vecinos del inmueble para ser localizados y determinar sus paraderos.
Martínez ha indicado que uno de los vecinos que consiguió escapar del siniestro junto a su familia justo cuando se produjo el derrumbe facilitó a la Guardia Civil el grupo de WhatsApp de la comunidad con los propietarios e inquilinos del edificio siniestrado.
El siniestro se produjo en la urbanización Font Nova por causas que se están investigando pero que podrían estar relacionadas con las lluvias registradas en las últimas horas. La Policía Local de Peñiscola trabaja con los técnicos de estructuras para averiguar la razón del desplome de esta veintena de apartamentos construidos hace décadas.
Andrés Martínez aseguró el miércoles que había personas que se encontraban en el edificio derrumbado y a las que les dio tiempo a salir antes del colapso de la estructura. "Ha habido gente que les ha dado tiempo a salir. Hay que esperar y rezar para que la gente que está atrapada se pueda rescatar", ha señalado en declaraciones a RTVE recogidas por Europa Press.
Los bomberos trabajando en la operación de rescate.
Los testigos del suceso coinciden en señalar que "no se oyó ni una explosión" que podría presuponer un escape de gas "ni nada extraño, el edificio se vino abajo y ya está". Pocos eran los que estaban en la urbanización en esos momentos y que consiguieron acercarse hasta la zona del desastre.
"Había mucho polvo, como una humareda intensa que lo llenaba todo", detalla una de las vecinas, Tere Pardo, de Zaragoza. "Nosotros estábamos viendo la tele tranquilamente, cuando notamos como un temblor en la casa", ubicada a unos cien metros del edificio siniestrado "y un ruido seco, como de piedras chocando unas con otras".
Los testigos del suceso coinciden en señalar que "no se oyó ni una explosión" que podría presuponer un escape de gas "ni nada extraño, el edificio se vino abajo y ya está". Pocos eran los que estaban en la urbanización en esos momentos y que consiguieron acercarse hasta la zona del desastre.
"Había mucho polvo, como una humareda intensa que lo llenaba todo", detalla una de las vecinas, Tere Pardo, de Zaragoza. "Nosotros estábamos viendo la tele tranquilamente, cuando notamos como un temblor en la casa", ubicada a unos cien metros del edificio siniestrado "y un ruido seco, como de piedras chocando unas con otras".
Al asomarse al balcón de su apartamento, observaron la tragedia. "En un primer momento no sabíamos bien lo que pasaba, pero conforme se fue despejando el polvo ya vimos que se había caído la casa", explica. Rápidamente, salieron a la calle junto a otros vecinos de la zona y se acercaron a los escombros "mientras otros vecinos llamaban por teléfono a la Policía Local".
Ya en ese momento oyeron gritos de socorro pero les "dio miedo" acercarse, por si provocaban más derrumbes. De hecho, "veíamos a la persona y le dijimos que no se moviera", han comentado, ya que temían por más movimiento de escombros.
Hasta el lugar se movilizaron cinco dotaciones de bomberos de las unidades de Rescate y Salvamento (URS) apoyadas por la la Unidad Canina de Protección Civil de la Diputación de Castellón y de la unidad de Maquinaria y Logística.
En el momento del derrumbe, los apartamentos se encontraban casi vacíos al tratarse de una hora con actividades de ocio para el turista en la zona de la playa o el casco histórico.
Al caer la noche, muchos de los vecinos del edificio volvieron a sus casas y se encontraron con la tragedia. Mercedes no daba crédito a lo sucedido. "Nos hemos ido a la playa y cuando hemos vuelto, no teníamos casa", lamenta entre sollozos. Un total de nueve familias, unas treinta personas, han sido realojadas en hoteles del municipio.
Francisco Ribera, presidente de la organización empresarial turística Agretur, explica que "el sector turístico de Peñíscola creó una bolsa de alojamiento para ofrecer a los afectados del derrumbe". La iniciativa partió de la patronal de la localidad "y las unidades gratuitas ofrecidas se coordinaron a través de la Concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Peñíscola según las necesidades que se vayan planteando", detalla.
Además, a petición de los Bomberos de Castellón, se movilizó por la noche a unidades del Consorcio de Valencia especializadas en rescates, apuntalamiento y desescombro de edificios, mientras que desde la Conselleria de Vivienda de la Generalitat se ha movilizado a técnicos de este departamento para que evalúen el estado del edificio.
Se desconocen las causas del desastre, pero todo parece apuntar que las intensas lluvias de la noche anterior pueden tener una relación directa con el desplome de toda la estructura. En concreto, en Peñíscola se registraron 70 litros por metro cuadrado durante la madrugada del miércoles.
Hasta el lugar se movilizaron cinco dotaciones de bomberos de las unidades de Rescate y Salvamento (URS) apoyadas por la la Unidad Canina de Protección Civil de la Diputación de Castellón y de la unidad de Maquinaria y Logística.
En el momento del derrumbe, los apartamentos se encontraban casi vacíos al tratarse de una hora con actividades de ocio para el turista en la zona de la playa o el casco histórico.
Al caer la noche, muchos de los vecinos del edificio volvieron a sus casas y se encontraron con la tragedia. Mercedes no daba crédito a lo sucedido. "Nos hemos ido a la playa y cuando hemos vuelto, no teníamos casa", lamenta entre sollozos. Un total de nueve familias, unas treinta personas, han sido realojadas en hoteles del municipio.
Francisco Ribera, presidente de la organización empresarial turística Agretur, explica que "el sector turístico de Peñíscola creó una bolsa de alojamiento para ofrecer a los afectados del derrumbe". La iniciativa partió de la patronal de la localidad "y las unidades gratuitas ofrecidas se coordinaron a través de la Concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Peñíscola según las necesidades que se vayan planteando", detalla.
Además, a petición de los Bomberos de Castellón, se movilizó por la noche a unidades del Consorcio de Valencia especializadas en rescates, apuntalamiento y desescombro de edificios, mientras que desde la Conselleria de Vivienda de la Generalitat se ha movilizado a técnicos de este departamento para que evalúen el estado del edificio.
Se desconocen las causas del desastre, pero todo parece apuntar que las intensas lluvias de la noche anterior pueden tener una relación directa con el desplome de toda la estructura. En concreto, en Peñíscola se registraron 70 litros por metro cuadrado durante la madrugada del miércoles.
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