"UN JARDÍN DE HERMOSA ROSAS".
"UN COLEGIO MAYOR DE FLORES".
"Aquellas niñas hermosas;
teniendo la tez cual nieve,
eran bellas como rosas...
Jugando se me entretienen.
Tienen los ojos cual soles;
tienen fatiga en sus cuerpos,
heridas de mal de amores...
Provocadas por mil cuervos.
Apenas tienen los veinte;
pero el corazón les sangra,
sea Juanete o sea Vicente...
Las rodean fieras trancas.
Ricas de gracia y dolores;
y con un Alma tan tierna
jugando con sus amores...
Son de fuera, de otras tierras.
Cuando escapan van al pueblo;
al baile o a la discoteca,
es ahí donde me huelo...
Que me cogen las jaquecas.
Al día siguiente no estudian;
le alcanzan la borrachera,
son jóvenes pero astutas...
Me contestan...Es la regla.
Mi pareja con los treinta;
bien parida y muy hermosa,
con ella no valen tretas...
Huele a fragancia de rosas.
Me la presentó un gran amigo;
que también iba tras ella,
las bromas no van conmigo...
Brillaba como una estrella.
Vestía con delicadeza;
era limpia y ordenada,
esa era mi tristeza...
Que siempre me camelaba.
Me ganaba en su partida;
siempre se salia de madre,
las faenas repartidas...
Aquello más bien desmadre.
En la cama se pactaban;
de trabajo al otro día,
vi en los pactos rezaba...
Me enredaba y me jodia.
Pero me tenia contento;
era un placer en la cama,
allí daba mi sustento...
En sus pechos me amparaba.
Con un cuerpo tan hermoso;
y unos pechos tan turgentes,
con unos labios preciosos...
Que me volvían indecente.
Oliendo a tierra tan fresca;
con aromas de cien rosas,
ella se llama Teresa...
Era linda y muy preciosa.
Las niñas en los jardines;
seguían con sus tristezas,
eran bellos querubines...
Con sus caritas tan tiernas.
Aquello era un Colegio;
de jóvenes maltratadas,
por los Padres que eran regios...
Muy jóvenes y escaldadas.
Tenían pasión por los hombres;
y más de una ha parido,
muchas no daban sus nombres...
No eran novios ni maridos.
Tal cual les estoy contando;
los Padres las internaban,
se escapan de vez en cuando...
Teresa las educaba.
Desde hace más de un año;
como están bien preparadas,
no suelen sufrir los daños...
De temporadas pasadas.
Otras están enamoradas;
de sus antiguos amigos,
pero estas no escapaban...
Y la tomaban conmigo.
Un día que mi Teresa;
se fue a cuidar una hermana,
me encontré a una muy fresca...
Desnuda encima en mi cama.
Tenia un cuerpo duro y prieto;
y unos pechos muy rotundos,
le grité...¡¡ten más respeto!!...
En mi garganta un gran nudo.
Aquella no es la primera;
ya me ha pasado otras veces,
estas jodías puñeteras...
Son doce, o más bien trece.
Soy profesor del Colegio;
me doy cuenta cuando miran,
me porto honrado y muy regio...
Para beber mucha "Kina".
Ya regresa mi Teresa;
viene con hambre atrasada,
¿es que no le da vergüenza?...
Que aparece tan "famada".
En fin me pongo caliente;
dándole clases a las nenas,
por la noche es muy corriente...
Guerreando con Teresa.
Una vida placentera;
con tantas rosas fragantes,
por la noche una condena...
Y no me llamo arrogante.
Tengo casi los cuarentas;
treinta y nueve son los justos,
mi Teresa muy contenta...
Siempre dándole disgustos.
Aquí se acaba mi historia;
me rodea fruta fresca,
algunas son una gloria...
Pero otras me detestan.
Un consejo quiero darles;
no dejen la puerta abierta,
o encontrarán con "reales"...
A unas mozas muy inquietas".
"Guti".
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