"LA BONDAD DE MI GUITARRA".
"A MI GUITARRA".
Guitarra siempre serena;
compañera de mi alma,
tu que me engaña las penas...
Que a mí siempre me acompañan.
Contigo soy feliz;
y no siento el descontento,
que hago huir sin sentir...
El destino y sentimientos.
Cuando te templo tus tripas;
siento un remordimiento,
desde el bordon a la prima...
Y me siento muy contento.
Siento caricias divinas;
siento que el cielo se abre,
como una doble partida...
Quitandome mucha hambre.
Sólo me quedo en tu quinta;
tu cuarta y tu tercera,
alzando muy bien la vista...
La segunda se me quema.
Mis sufrimientos se quedan;
en mis sueños y mis pecados,
con el rugir de pantera…
De terciopelo dorado.
Con esa quimera tuya;
con el cariño que espera,
espero que no destruya...
El calor de tu candela.
Tú prima y tu bordón;
tonos de tantos amores,
de tanto y tantos horrores...
De llantos y desamor.
Un gran clamor convertido;
en clarin y desenfados,
para toreros vestidos…
Con trajes almidonados.
Huyen lo cuervos heridos;
de ruidos en los tejados,
los que nunca han querido...
De los amores dejado.
Guitarra mía y querida;
Instrumento de mi alma,
paradoja de una herida...
Inmersa en una caja.
Como mi propio Destino;
encerrado como un preso,
lanzando la llave opino...
Y la encajo en un cerezo.
Mis dolores prematuros;
mis sufrimientos humanos,
que albergando lo más duro...
En sentimientos gitanos.
¡Ay mi guitarra mía!;
cuantos sueños he dejado,
por necio y altanería…
En balcones y tablaos.
Por una desgracia mía;
por un amor aún no hallado,
¡¡gracias guitarra mía!!...
Por no haberme abandonado.
"Guti".
Guitarra siempre serena;
compañera de mi alma,
tu que me engaña las penas...
Que a mí siempre me acompañan.
Contigo soy feliz;
y no siento el descontento,
que hago huir sin sentir...
El destino y sentimientos.
Cuando te templo tus tripas;
siento un remordimiento,
desde el bordon a la prima...
Y me siento muy contento.
Siento caricias divinas;
siento que el cielo se abre,
como una doble partida...
Quitandome mucha hambre.
Sólo me quedo en tu quinta;
tu cuarta y tu tercera,
alzando muy bien la vista...
La segunda se me quema.
Mis sufrimientos se quedan;
en mis sueños y mis pecados,
con el rugir de pantera…
De terciopelo dorado.
Con esa quimera tuya;
con el cariño que espera,
espero que no destruya...
El calor de tu candela.
Tú prima y tu bordón;
tonos de tantos amores,
de tanto y tantos horrores...
De llantos y desamor.
Un gran clamor convertido;
en clarin y desenfados,
para toreros vestidos…
Con trajes almidonados.
Huyen lo cuervos heridos;
de ruidos en los tejados,
los que nunca han querido...
De los amores dejado.
Guitarra mía y querida;
Instrumento de mi alma,
paradoja de una herida...
Inmersa en una caja.
Como mi propio Destino;
encerrado como un preso,
lanzando la llave opino...
Y la encajo en un cerezo.
Mis dolores prematuros;
mis sufrimientos humanos,
que albergando lo más duro...
En sentimientos gitanos.
¡Ay mi guitarra mía!;
cuantos sueños he dejado,
por necio y altanería…
En balcones y tablaos.
Por una desgracia mía;
por un amor aún no hallado,
¡¡gracias guitarra mía!!...
Por no haberme abandonado.
"Guti".
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