"SE ME FUE UN AMOR, Y VINO OTRO EN MI AYUDA".

"EN ESTA VIDA DE PERROS".

Siendo una historia corriente;
más me llegó al corazón,
¿porqué siempre estoy pendiente...
Si nunca me dan razón

Los caprichos de mujeres;
siendo el bombón de la noche,
es preciosa en sus quereres...
¡Corro y la recojo en coche!.

Tomaremos unas copas;
y comiendo buena cena,
tu te irás quitando ropa...
¿Vaya pluma, vaya escena?.

¿Que preciosa y no se priva;
vaya cuerpo impresionante,
desnuda ya se me arrima...
Con esto digo bastante.

¿Que premura, que hermosura,
que boquita, que miradas,
con sus palabra y dulzuras...
Que más bien me electrizaban.

Sus labios como dos rosas;
sus pechos son muy hermosos,
locutora tan preciosa...
Con un cuerpo tan jugoso.

Hasta los ojos de arena;
en una playa perdída,
se diluyeron mis penas...
Como perlas escondidas.

Su piel brillaba en la noche;
sus ojos negros y hermosos,
como lo faros de un coche...
En un pasaje frondoso.

Sus pechos inhiestos y prestos;
sus pezones puntiuagudos,
sólo me quedaba arrestos...
En un trance peliagudo.

Hundió su lengua en mi boca;
con sus manos, sus caricias,
creia cual volverse loca...
Su fragancia, una delicia.

Resumaba suave brisa;
las olas correteaban,
una lenta y otra aprisa...
En algo me despejaban.

La Luna como señora;
se reflejaba en la mar,
ese mar que bien la adora...
Tan feroz y tan real.

Tan jugosa y tan hermosa;
proseguia con avaricia,
sus manos como dos rosas....
Me besaba y me acarician.

Al fin quedamos rendidos;
abrigados con la arena,
tan juntos y tan prendidos...
Reservandonos las penas.

Me despertó un viejo perro;
babeante de saliva,
al descubrir entre el cerro...
Un ahogado, ya sin vida.

Un policia muy amable;
el cual informó del hecho,
me entonó si era culpable...
Y me leyó mis derechos.

Cuando me fijé en el cuerpo;
reconocí a la ahogada,
recelando como un cuervo....
Vi a un juez que la miraba.

Todo se quedó en un susto;
fue un infarto de "miocardio",
que en mi cuerpo tal disgusto...
Aturdido en mi "estadio".

La conocí como amarte;
con suave brisa marina,
más no quise abandonarle...
En playa de arena fina.

Su recuerdo mi estandarte;
con mi pasión a escondidas,
los males ya se reparten....
Tan hermosa y tan divina.

Ya no puedo ilusionarle;
su mirada es peregrina,
la contemplo en todas partes...
Siendo una grave rutina.

Vivo sin querer hacerlo;
vivo con plena agonia,
incapaz de merecerlo...
Ya no duermo ni de día.

Es un veneno constante;
sus recuerdos, sus caricias,
sus anhelos más distantes...
Su amor que era una delicia.


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Cuando voy al cementerio;
le llevo un ramo de rosas,
me encuentro siempre entre medio...
A una viuda muy hermosa.

Muy rubia con ojos verdes;
con un cuerpazo de diosa,
se alegra nada más verme...
Con su mirada curiosa.

Su hombre fue atropellado;
por un borracho en la noche,
un muerto no deseado...
Por un asesino en coche.

Al cabo de siete meses;
saliamos de pareja,
por cierto, era un viernes trece...
Y el asesino entre rejas.

Y como dice el refrán:
"Muerto al hoyo y Vivo al bollo",
en la "Noche se San Juan"...
Se convirtió en mi gran "chollo".

"Moraleja:

"Un clavo quita otro clavo;
¿si es una madera vieja,
nadie quedará de esclavo...
¡¡Ni las mujeres añejas!!.

"Guti".